Mi mamá me dijo algo.
Todos los niños deberían saberlo.
Es acerca del diablo.
Y he aprendido a odiarlo así.
Sarah tiene 15 años, con un corazón amable y una disposición únicamente dulce, y se las arregla con una facilidad natural para ser la "hija perfecta" con la que todos los otros padres comparan en secreto a sus propios hijos. Sarah es definitivamente un producto de la educación que recibió, al ser criada en un hogar amoroso cuyos miembros tienen su vida centrada en adorar al Señor y la vida de la iglesia en general. Como resultado de eso, Sarah ha vivido una vida idílica, pintoresca, libre de dolor, pérdida y tristezas.
Como si sintiera las ondas de choque por el derrumbe del set de dominó del Diablo, la vida de Sarah pronto será sacudida por completo.El inicio de su Marcha de la Muerte personal hasta el Valle de la Sombra de la Muerte comienza con el fallecimiento de su querida abuela. Al confrontar la triste realidad de la muerte por primera vez en su vida, Sarah responde mal. Desafortunadamente con cada evento, Sarah se da cuenta que sus pensamientos se vuelven sombríos y oscuros en todo momento, teniendo solo un objetivo específico para su dolor: Dios.
Enfadada con el Señor por la percepción de indiferencia hacia su difícil situación, Sarah pronto encuentra consuelo en algo de lo que se enteró en la Escuela Dominical, pero solo en los peores términos posibles: la brujería. A pesar de su enojo por su fe, Sarah no podía evitar estar de acuerdo en que todo lo que sus maestros de la Escuela Dominical le decían sobre la brujería, era totalmente cierto: es peligrosa, oscura, y es una cosa llena de maldad.
Sarah comienza a utilizar su nuevo poder encontrado a través de la brujería para ayudar a sanar su corazón roto, además de aprender que su nueva fe tiene el poder de darle todo lo que anhela en la vida.
Sin embargo, atrapada en la ostentación y el misticismo de su nuevo poder, Sarah olvidó una lección clave de sus días en la iglesia: El truco más grande que el Diablo ha jugado fue convencerte de que no existía.
¿Podrá Sarah, en su búsqueda del poder a través de sus nuevas creencias religiosas, darse cuenta a tiempo para que su alma se salve?
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