"Las voces de bronce, una poderosa sinestesia que combina sonido y tacto, están en función de la articulación de una marcha triunfal que se propone no ceder ante los embates de la temporalidad. La referencia directamente a la poesía es algo que permite abrir un interesante espacio de cuestionamientos que no podremos abordar ahora. Basta con señalarlo. Solo me interesa colocar ante ustedes, como una invitación a la lectura, una intensa ansiedad que se expresa en este curioso guiño que la novela le hace a la poesía. Me refiero a una obsesión que exuda el texto: una lucha desesperada contra el olvido y al mismo tiempo una lucha tenaz contra determinados recuerdos. Es difícil no pensar que un título que se conecta, con deseo de dejar ver la conexión, con un famoso poema modernista, de alguna manera incita a pensar que el proyecto propuesto en la novela tiene que ver con una tarea inconclusa relacionada precisamente con la modernidad. Me refiero al logro de la soberanía nacional." -Dr. Félix Córdoba Iturregui. "Al terminar la novela de Agosto el espíritu no resistía la incomodidad del cuerpo. Es como si una necesidad de estar en todas partes y recuperar el tiempo perdido aupara todas mis capacidades y sentidos. No solo percibía por mí en particular ese deseo, lo deseaba por Puerto Rico. Una urgencia por recuperar nuestro tiempo perdido me convertía en la esfera del sentimiento, sin quererlo yo así, en sinécdoque, la parte por el todo, de la totalidad de cuadros políticos que han conformado nuestra lucha por la transformación social del país. El sentimiento tenía su epicentro en la fascinante década del 70, con todo su andamiaje de grupos políticos clandestinos, partidos y movimientos políticos públicos, que Agosto retrata en su novela, a través de aquel original PSP, su matriz el MPI y su brazo militar Comandos Armados de Liberación o sencillamente La CAL. Desde ahí lanza en centrífuga sus enganches hacia el siglo 19, inicios del siglo 20, con énfasis en la década del 30 y el Partido Nacionalista, Movimiento Libertador, golpeando al imperio, de la cabeza de Pedro Albizu Campos, nos presenta a Bernardo Vega ya en la década del 50 en Nueva York viajando a sus décadas del 20 y el 40, es decir, un torbellino histórico, en y fuera de la Isla, cristalizando una cadena de eslabones que cualquier historiadora seria o historiador confirmaría con documentos. ¡El corazón se agitó y dijo maldita sea, hemos perdido el tiempo! Pero a la par reparé que, sin embargo, había gritado ¡carajo, estamos en pie de lucha! durante toda la trama." -Dra. Anamín Santiago. "Una obra maestra Ángel M. Agosto nos ofrece de forma magistral en su novela Voces de bronce una historia real que va concatenándose con hechos de ficción. Esta obra, que bien podría catalogarse igualmente influida por el realismo mágico, nos trae al presente acontecimientos fundamentales en hechos y personajes históricos perdidos o invisibilizados en nuestra historia, mezclados con personajes y elementos ficticios que dan cohesión a lo que el autor quiere plantearnos. Conoce esa historia porque en parte la vivió, la sufrió y sobrevivió para testimoniarla. Por eso la considero obra maestra, porque encierra lo absoluto como lo relativo en una sólida unión entre el pasado y el presente." -Marisa Rosado, Historiadora