La fuente de Vida que lo construye todo y te construye a ti tiene fuerzas o energías creativas y destructivas. Para que un nuevo manzano crezca, frutos de manzano podridos deben nutrir nuevamente la tierra. Debe morir para que la vida aparezca de nuevo. Esta muerte es vida también. Nuestra mente es capaz de aceptar estas fuerzas destructivas y pro-creativas en el manzano, somos capaces de aceptar psicológicamente estos hechos en la Naturaleza. Pero en nuestra vida, las fuerzas destructivas que colaboran con el flujo constructivo de la Vida, nos resultan sumamente amenazantes. Perder un puesto de trabajo, una relación, un hogar, una empresa, un ser amado, un objeto....y por último perder lo que llamamos "nuestra vida", componen el miedo básico de nuestro Ego a la aniquilación. Es la voz del Ego la que nos hace vivir en la ilusión de la ganancia y la pérdida de algo que no puede ni perderse ni ganarse: La vida única. Y la muerte como el miedo frontera, el miedo más aterrador en nuestro modo de interpretar el mundo. Este libro te enseña a comprender quien eres realmente y a aceptar y usar positivamente las fuerzas destructivas de la Vida, que llamamos "pérdidas" y hacer de ellas una continua nueva creación. En un universo energético nada "muere" jamás, es solo un movimiento de la energía, un movimiento de nuestra mente. Cuando comprendas que muerte y vida son fuerzas complementarias, dejarás de temer a las pérdidas y podrás crearte una vida en continua expansión. Dejarás que una Inteligencia mayor al miedo opere para ti. Esa inteligencia la podemos llamar Dios. Yo prefiero llamarla "El Ser", pero el nombre es solo una señalética que no es importante para señalar algo que está más allá de cualquier nombre o etiqueta. Para ello debes dejar morir al miedo y al apego. Este libro te enseña eso. A Vivir muriendo al temor a la muerte para Vivir de verdad. A Vivir Renaciendo a cada instante.
About the Author: Cristina Bergoglio. Arquitecto, ha desarrollado su visión plástica, literaria y científica desde temprana edad. Toma la decisión de desarrollar su carrera artística en Madrid. Allí comienza la investigación alrededor del paisaje urbano como consecuencia de sus estudios como arquitecto y del tango, por amor a sus raíces y a la danza. Estudia pintura en el Taller del Prado de Madrid, bajo la tutela de Francisco Molina Montero y estudia la obra de Alejandro Quincoces, de quien recibe influencia. En literatura ha incursionado en los géneros cuento, poesía, ensayo y artículo periodístico y sobre todo en la prosa poética, cuyo trabajo ha contado con el apoyo del escritor español Francisco Umbral, quien la orienta a profundizar en ese inusual género literario. Su obra pictórica ha alcanzado cotas importantes de reconocimiento. En pintura sigue trabajando en paisajismo urbano y arquitectura. Sus ensayos están enfocados a la investigación del potencial creativo de la mente humana a través del estudio de la física cuántica y los últimos paradigmas científicos, tema en el que lleva investigando y escribiendo más de 16 años.