Un viaje de novios (1881) es la primera novela pretendidamente naturalista de Emilia Pardo Bazán. Según la crítica, en ella se percibe la influencia de Victor Hugo, a quien conoció durante su estancia en Vichy.
En el prefacio la escritora coruñesa rechazaba el exclusivismo de la escuela naturalista. Sin embargo, en el texto transcrito se deduce que aceptaba aplicar su metodología como instrumento para la necesaria renovación de la narrativa española.
Para Emilia Pardo Bazán, la novela naturalista, sin alejarse de la realidad, debía dar más bien una imagen exacta de la vida y de los seres humanos, en su doble dimensión material y espiritual.
Por esta razón, propone como solución ideal:
un nuevo realismo que actúe como puente entre las dos doctrinas filosóficas antagónicas,
el tradicional realismo idealista español
y el nuevo naturalismo materialista francés.
Un viaje de novios narra las aventuras y desventuras de Lucía, una joven leonesa de dieciocho años, hija de un rico comerciante. Lucía contrae matrimonio con un cuarentón, Aurelio Miranda, hecho a la vida fácil y con el patrimonio diezmado por la ociosidad y los placeres.
Durante el viaje de novios hacia Vichy para tomar las aguas medicinales, dada la edad de su esposo; Lucía empieza a ser consciente de la vida que en realidad le espera, la entrada de un tercer y joven personaje, Artegui, cambiará el rumbo del viaje.
Pardo Bazán explora el aspecto trascendental del viaje. Las diferentes etapas del viaje físico muestran paralelamente una progresiva transformación subjetiva de la protagonista principal.