Viaje a La Habana relata el regreso a dicha ciudad de la condesa de Merlin. Cubana de origen, la condesa de Merlin, cuyo nombre completo es María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo, había vivido desde joven en Europa.
Enviudó en 1839, en 1840 regresó a Cuba y escribió Viaje a La Habana. Fue un libro polémico. Se le acusó de plagiar a Cirilo Villaverde, José Antonio Saco, y Ramón de Palma.
Félix Tanco y Bosmeniel fue unos de sus principales detractores con su Refutación al folleto intitulado Viaje a La Habana, publicado en 1844. En el bando opuesto, estuvieron Gertrudis Gómez de Avellaneda, quien escribió el prefacio de la presente edición, y Gabriel de la Concepción Valdés, quien le dedicó una oda sentimental a su partida de La Habana, en 1840.
En este libro la mirada de la autora hacia un país casi exótico y a la vez cercano se confunde con los recuerdos de infancia y las emociones:
Hace algunas horas que permanezco inmóvil, respirando a más no poder el aire embalsamado que llega de aquella tierra bendecida de Dios... ¡Salud, isla la encantadora y virginal! ¡Salud, hermosa patria mía! En los latidos de mi corazón, en el temblor de mis entrañas, conozco que ni la distancia, ni los años han podido entibiar mi primer amor. Te amo, y no podría decirte por qué; te amo sin preguntar la causa, como la madre ama a su hijo, y el hijo ama a su madre; te amo sin darme, y sin querer darme cuenta de ello, por el temor de disminuir mi dicha. Cuando respiro este soplo perfumado que tú envías, y lo siento resbalar dulcemente por mi cabeza, me estremezco hasta la médula de los huesos, y creo sentir la tierna impresión del beso maternal.
Así empieza Viaje a La Habana, la autora se emociona al llegar a su tierra.