Cuando yo era un niño, estaba claro para mí que la vida
No valía la pena vivir si no conocíamos el amor. desearía que yo
podría testificar que llegué a esta conciencia debido a la
amor que sentí en mi vida. Pero fue la ausencia del amor lo que me dejó
saber cuánto importaba el amor. yo era el primero de mi padre
hijo. En el momento de mi nacimiento, fui mirado
con bondad amorosa, apreciado y hecho sentir querido
en esta tierra y en mi hogar. Hasta el día de hoy no puedo re-
miembro cuando ese sentimiento de ser amado me abandonó. Yo solo
saber que un día ya no era preciosa. los que
inicialmente me había amado bien rechazado. La ausencia de
su reconocimiento y consideración atravesó mi corazón y me dejó
con un sentimiento de corazón roto tan profundo que estaba
hechizado.
El dolor y la tristeza me abrumaron. yo no lo sabía
lo que había hecho mal. Y nada de lo que intenté lo hizo bien.
Ninguna otra conexión curó la herida de ese primer abandono, ese primer destierro del paraíso del amor. Durante años viví mi vida suspendida, atrapada por el pasado, incapaz de avanzar hacia el futuro. Como todo niño herido yo
solo queria volver el tiempo atras y estar en ese paraiso
de nuevo, en ese momento de recordado éxtasis donde sentí
amado, donde sentí un sentido de pertenencia.
Nunca podemos volver atrás. Lo sé ahora. Podemos ir
delantero . Podemos encontrar el amor que nuestros corazones anhelan, pero no
hasta que dejemos ir la pena por el amor que perdimos hace mucho tiempo, cuando
éramos pequeños y no teníamos voz para hablar el anhelo del corazón. Todos los años de mi vida pensé que estaba buscando
amor encontré, retrospectivamente, en años en los que simplemente estaba tratando de recuperar lo que había perdido, de volver al
primer hogar, para recuperar el éxtasis del primer amor. Yo no estaba
realmente listo para amar o ser amado en el presente. todavía estaba
duelo-aferrándose al corazón roto de la niñez, a
conexiones rotas. Cuando cesó aquel luto yo estaba
capaz de volver a amar.
Desperté de mi estado de trance y me quedé atónita.
encontrar el mundo en el que vivía, el mundo del presente,
ya no era un mundo abierto al amor. Y me di cuenta de que
a mi alrededor escuché testimonios de que el desamor se había
Ven a la orden del día. Siento que nuestra nación se aleja
del amor tan intensamente como sentí el abandono del amor en mi
niñez. Al alejarnos corremos el riesgo de mudarnos a un desierto
de espíritu tan intenso que tal vez nunca volvamos a encontrar el camino a casa.
Escribo sobre el amor para dar testimonio tanto del peligro en este
movimiento, y llamar a un retorno al amor. Redimido y
restaurado, el amor nos devuelve a la promesa de la vida eterna.
Cuando amamos podemos dejar que nuestros corazones hablen. El verdadero amor existe ya que esta dama que encontré me mostró amor, haciéndome sentir tan bien.