Este libro tiene grandes ideas e inspiración para cualquier persona que considere el llamado a las misiones mundiales: la simple misión de seguir a Jesús. Es una historia real de la transformación de un mago a un misionero. ¿Todavía necesitamos misioneros hoy en día? Después de leer este libro, la respuesta debería estar clara. El autor, John Overholt, se convirtió en un misionero, porque los misioneros se vinieron a él primero. Su viaje de mago a misionero es poco convencional. Él no iba a la iglesia, ni leía la Biblia. No andaba con cristianos. Estaba completamente en contra de Dios, pero incluso en su rebeldía, Dios, el más grande de los misioneros, vino a buscarlo. John escribe: "Yo no tenía la menor intención de convertirme en un cristiano. De hecho, en la universidad votaron por mí como la última persona que se convertiría en cristiano. Bien versado en la teoría de la evolución y un ateo confeso, mi filosofía de la vida era: "Come, bebe y alégrate porque mañana morirás". Mi canción era la de Mic Jagger de los Rolling Stones: "No puedo obtener ninguna satisfacción". Y traté... y traté... La transformación comenzó cuando tres visitantes vinieron a su tienda de "Trucos y Bromas". El primero era un hombre con un libro negro. El segundo era el Hijo de la Serpiente León, el principal sacerdote satánico de la ciudad de Victoria en ese tiempo. La tercera, era una adolescente que entró señalándole con el dedo y que con valentía proclamó "¡Señor, usted se va a ir al infierno si no deja de vivir de la manera en que está viviendo! El contesté "Disculpe, ¿qué fue lo que dijo?" ¡No podía creer lo que había oído! Nunca había visto a esa persona en toda su vida. Cuando ella le miró a los ojos nuevamente y entregó ese increíble mensaje otra vez, se sentí como si una espada hubiera penetrado profundamente en su alma. Mientras la muchacha salía por la puerta, podía sentir la ira creciendo en su interior mientras le gritaba: "¿Quién demonios te crees que eres para venir aquí de semejante manera?" Su rabieta pareció no tener ningún impacto. Ella se marchó pero la espada permaneció intacta. No podía escaparse de la convicción profunda por dentro de que ella tenía razón. "¡Es ridículo!", trataba de recordarse a su mismo de manera no muy convincente. "Yo no creo en el cielo o el infierno, Dios o el diablo. Cuando muera, la vida termina, me entierran y eso es todo."! Mientras lea mi historia, verá cómo continuaré describiendo la manera en la que un encuentro con Dios me llevó de la tienda de "Trucos y Bromas" al campo misionero, primero con Juventud con una misión (JUCUM) y después con la Iglesia Cuadrangular de Canadá. Venid Seguidme Id ha tomado muchos años para escribir. Podemos enseñar muchas cosas, pero sólo podemos transmitir lo que hemos vivido. Este libro se ha vivido y tiene mucho que impartir. No hay nada en la manga.