Creo que las cosas pasan siempre por algo y para algo, claramente en ocasiones no suceden como queremos y duelen, pero al igual que no pasan, con el tiempo "pasan" y dejan de doler.
¡Disfrútalo mucho! Te dejo un fragmento del libro.
Te perdiste de mis amigos, de sus ocurrencias, solidaridad, carisma y de nuestras reuniones. No tuve tiempo de incluirte en los cumpleaños, ni pudiste ser parte de los pretextos más absurdos que buscábamos para reunirnos. Te faltó platicar con mi mejor amiga, escuchar las historias de cuando corría a su casa con el corazón hecho pedazos, de las veces que me dieron en la madre y cómo después de todo eso, me brillaban los putos ojos cuando le conté de ti.
Te faltó que mi madre intentara ser la mejor suegra, y en su afán de serlo, casi casi, me vendiera como un producto. No alcanzaste a probar todas sus comidas, ni que te pusiera el café y te contara lo feliz que me veía contigo. Ni siquiera le diste chance de que sacara el álbum familiar para presentarte a la familia, que te contara de mis travesuras de pequeño, y rematara con que soy un buen muchacho.
Te perdiste del atole de mi abuela, de los consejos de amor a la antigua un poco obsoletos pero genuinos. De las bromas sin sentido de mi tía, y hasta de una que otra mala cara de mis primas, no porque les cayeras mal, sino por la envidia del mujerón que eres.
Te perdiste de los intercambios de regalo navideños, del pavo y los postres en la cena, de las batallas campales donde dejábamos la vida por recoger todos los dulces de la piñata, de las fotos y los chismes familiares, cariño, te perdiste del anillo de compromiso que había pasado por generaciones, de la abuela.
Me pregunto qué haré con todos los besos en la frente que me faltaron darte, con los abrazos donde te rompías en llanto pero encontrabas paz, con los masajes de pies que quedaron pendientes y con las promesas que te hice.
Te perdiste lo bonito de crecer juntos, de saber lo que es tener 10 pesitos en la bolsa pero también de rajarnos la madre para juntar 100. De buscar un departamento o una casita en renta porque nos rebasan las ganas de vivir juntos, de arriesgar si tener nada seguro ¿qué haré con el color que elegimos para pintar las paredes? te confieso que no me gustó mucho pero por ti acepté, porque te brillaron los ojos cuando supiste que nos mudaríamos.
Te perdiste lo mejor, o quizá lo dejaste para alguien mejor.