Muchas veces me preguntan qué me inspira a escribir, enseñar y ser tan positiva. Mucho se sorprenderán, pero me inspira el pesimismo, la apatía, la preocupación, la queja, y todo esto lo observo en la vida. Cómo se adelantan al futuro y no se enfocan en atender detenidamente su presente. Eso siempre me ha facultado para usar decretos, que son palabras de poder que me han ayudado a crear la realidad que quiero ver y manifestar en todo momento. Eso me inspiró a crear esta filosofía y este método de vida llamado TÚ ERES EL ÉXITO, en el he tenido que experimentar un camino de aprendizaje muy largo que inició a los ocho años. Vengo de una familia oriental venezolana muy alegre. Mi padre fue reconocido por el Gobernador como el hombre Más Alegre de Maturín, ciudad de donde soy y mi madre constantemente es galardonada por su optimismo, empuje y entusiasmo, constante llamada por sus amigos La Millonaria.Fui educada por mi abuela Alida, mujer de una FE y devoción inquebrantable, con una fuerza indetenible. Estos valores fueron los que formaron mi vida, no fue fácil, sin embargo, puedo reconocer e identificar para aprender de cada situación y cada momento.Soy Atleta profesional de alto rendimiento en levantamiento de pesas, modalidad potencia campeona del Municipio Chacao, Caracas con un récord de 225 kg en sentadillas. Pertenecí a la selección de patinaje de Venezuela, colocándome siempre en los primeros lugares. Aquí comencé a trabajar la fuerza, la disciplina y la voluntad constante, aprender a dominar, a ser fuerte en el mundo físico para pasar a campos más sutiles. Estas experiencias me impulsaron a poner en práctica en mí misma, el poder de la mente, la visualización y el logro. Laborar y vivir en lugares donde abundaba la queja y el pesimismo me entrenó para estar en mí. Me movió tanto por dentro, que todos los días buscaba palabras para alegrarle la vida a las personas. Viví en tres mundos simultáneamente, el de la belleza, el deporte y el de las leyes. Estar allí me ayudó a formarme. Pude ver que había mucho sufrimiento en personas que tenían todo y no hacían nada, solamente quejarse. Yo con nada iba haciendo todo.Estar en el patinaje y las pesas me capacitó para estar alineada en mí, seguir mi pensamiento alineado a mi intuición, para lograr dominar objetos y pesos externos con mi fuerza interna.Tuve que hacer muchos esfuerzos para lograr las cosas, con todo y eso mi rostro mostraba una sonrisa que lo liberaba todo, pues me estaba construyendo a mí misma.Laborar en una peluquería me hizo comprender que la mayoría de las personas no se aman a sí mismas. También pude darme cuenta que los pensamientos y las palabras tienen olor, ya que cuando me tocaba lavar las cabezas de las personas más quejumbrosas, ¡me espantaba su mal olor! Logré ser juez, lugar donde aprendí mucho, sobre todo a no juzgar. También fui fiscal, no me gustó serlo pues no me gusta señalar a nadie, allí duré poco tiempo.Igualmente fui asesora telefónica, lugar maravilloso donde aprendí a gestionar mis emociones y a no reaccionar, sino más bien a transformar a las personas, y mientras mis colegas se quejaban porque el trabajo era repetitivo en el cual no se aprendía nada, yo utilizaba cada llamada que eran más de 100 al día para entrenarme emocional y mentalmente, siendo en vivo una convertidora de lo negativo en positivo...