Narrada con naturalidad y sencillez, humor y candor, es la historia de un personaje tan impetuoso como encantador, Trinidad, y la de su familia, que además de extensa, es muy original, resuelta y sobre todo, muy divertida. Provenientes de un pequeño y remoto pueblo ignorado en el mapa nacional, la vida de todos es afectada y transformada por el intenso y extenso periplo amoroso del patriarca de la familia, Don Teodoro Quiroga; un galán único y especial. La intriga y la aventura continúa con la relación que surge entre la joven Trinidad, enviada a la capital en búsqueda de un futuro mejor, y el Presidente de la nación, un implacable dictador que padece de un mal incurable. El hombre que lleva las riendas del país a mano dura se enamora del ímpetu y la dulzura de la joven que lo ignora, sin imaginar la trascendencia que la unión tendrá en su mandato y sin sospechar de la benévola influencia que obrará el amor en su salud y carácter, transformándolo irremediablemente.
About the Author: Inquieta y curiosa, apacible y rebelde, tranquila y resuelta, como lo sería siempre, nací un 16 de Junio en Lima, Perú. Vine al mundo con el regalo más maravilloso debajo del brazo: una dosis ilimitada de imaginación -mis alas etéreas. Desde pequeña me salpicaron las gotas del indomable océano Pacifico, me refrescaron los copos de nieve de la magna Cordillera Andina y me embriagó la fragancia de las flores de la selva del Amazonas. En sueños navegué el río más largo del mundo descifrando en el rumor de la quena el misticismo y la magia de mis antepasados, aquellos que adoraron el sol con el mismo ímpetu que heredé de ellos para convertirme en lo que soy. A los nueve años llegué a la sucursal del paraíso, Venezuela, donde quedé para siempre subyugada por su exuberante y hermosa naturaleza y por el calor y la alegría de su gente. En las aguas tibias del Mar Caribe me enamoré por primera vez y sobre un tepuy y contemplando la catarata más impresionante del planeta descubrí un horizonte infinito de posibilidades. Mi vida cambió irremediablemente a los trece años cuando leí El Principito y descubrí que la fantasía podía convivir a la perfección con la realidad. Me otorgué una licencia para inventar y fui capaz de exiliarme en un mundo que inventé de palabras e imágenes. Aún vivo allí, a pesar del tiempo transcurrido; conviviendo con los personajes y las historias que invento al azar. Desde hace ya muchos años resido en mi esquinita entre mar y cielo, aquí en la hermosa ciudad de Miami. Rodeada de azul y escuchando el trinar de los pájaros celebro la vida en este plácido jardín donde ahora florecen mis sueños. Entre amaneceres y ocasos he escrito seis novelas, más de cien cuentos y un número incontable de poemas. Poseo una extensa colección de cuadros que he pintado, estilo ingenuo/naif. Mi mayor tesoro es mi familia, mis padres, mis hermanos, mis hijos, mi esposo, mis amigos, mis seres de luz que siempre me acompañan. Todo y todos me inspiran y cada creación es una entrega de amor.