About the Book
Sería una casualidad "cósmica" que nuestro cuerpo/mente, cerebro/alma/espíritu, corazón/estómago, hardware/software...tuvieran justamente la capacidad necesaria y/o suficiente para conocer/comprender/explicar el mundo y a nosotros; o ¿hay otra aproximación, otro enfoque, otra mirada, otra "explicación"? Quizás debamos acostumbrarnos a pensar que hay cosas que jamás entenderemos, por ejemplo, ¿por qué la conciencia surge de la materia? o quizás podríamos plantearnos las preguntas, pero no las respuestas y... cambiar las respuestas será evolución, pero quizás cambiar las preguntas sea revolución y habría que distinguir entre incógnitas conocidas/incógnitas desconocidas.Pero, mientras, en el ansia de tener explicación, como humanos limitados, dudando si somos más efecto que causa, sea de alguna desconocida causalidad cósmica, sea de una casual evolución menos cósmica y con la impotencia de que, en ambas hipótesis, no parece se tuviera el detalle de darnos capacidad para el entendimiento de todo y de todos. Esa incapacidad, ese cúmulo de ignorancias, dudas e inquietudes, explica este pequeño intento mío de explorar aguas arriba sea por camino cósmico o menos cósmico, para, quizás más por casualidad que por otra causa, intentar encontrar alguna explicación que, al menos, tranquilice, pues aún, desde nuestra limitación humana, soy un convencido de que el permanente anhelo de pensar/conocer/explicar es una de las más trascendentes y emancipadoras, sino la más, de las aspiraciones individuales, además del más intenso signo de vida y de otorgar al ser humano la mejor y mayor autonomía. Y deseo y espero su contagio social, entusiasta si cabe, como único camino de mejora individual y colectiva y desligado del intento de controlar, generalmente prioritario sobre el conocer; anhelo que, además tienen la enorme ventaja de ser quizás el único, que puede realizarse en la sola autonomía individual; habrá otros quizás más sublimes, ¿el amor?; pero requieren de alguien más que de uno mismo. Pero el conocimiento tiene una faceta aún más trascendente que pensar/conocer /explicar que es la de predecir/predeterminar; ¿qué va a pasar en el futuro? y esa relativa capacidad de predecir/predeterminar el futuro, ha sido el mayor deseo en la evolución humana y ha empoderado a los que han hecho creer que la tenían, hechiceros, magos, adivinos, sacerdotes...científicos; y es parte esencial de mi tesis, discernir que esa capacidad es muy distinta según el sistema al que se refiera y presenta muchas limitaciones.El conocimiento empodera y democratiza más que nada al individuo y compartir conocimiento es la más excelsa solidaridad humana. Creo indispensable para afrontar la perplejidad existencial con la que hoy somos/estamos en nuestro ámbito, repensarlo desde una nueva perspectiva que lo considera una intersección entre tres Sistemas: el Natural (SN) que nos es dado, el Social (SS) que integramos y el Artificial (SA) que creamos, en cada uno de los cuales hay distintos conocimientos, actitudes y responsabilidades, pensando, quizás ilusamente, que este nuevo enfoque, nos aliviara esa perplejidad. Cuando se han tenido formaciones (software) tan dispares (en principio) como la Ingeniería y el derecho y se han ejercido ambas profesionalmente, aunque el derecho en mucha menor medida, se percibe que cada una de ellas parte de distinto tipo de conocimiento, distinta actitud, diferente sentido de la responsabilidad...y que, al enfrentar reflexión o tarea conjunta no hay perspectiva común, y no suele haber previamente una reflexión compartida para intentar conseguir una mejor sinergia, que no solo resuelva conflictos, sino que optimice la aproximación y la tarea de todos. Por ello, es pertinente, casi necesario y, en todo caso, útil, conocer y comprender esas diferencias y especialmente los efectos que puedan tener en el quehacer conjunto y en el cómo optimizarlo, sobre el ámbito en el que