Para sobrevivir en Vietnam y regresar a casa con vida, requerí entrenamiento de élite, fuerte convicción en el entrenamiento, repetición mental y física de éste, y verdaderas relaciones. Si nos distraíamos, dejábamos de prestar atención, desobedecíamos, ignorábamos u olvidábamos lo que debíamos hacer, nuestro porcentaje de sobrevivencia disminuía enormemente.Había muchos distractores. Nuestras mentes y cuerpos se aferraban a las drogas, el alcohol, el sexo y la sensación de vivir al límite. Estos eran algunos de esos distractores que teníamos cerca, antes de ir a una misión a enfrentar lo que nuestros enemigos tenían para nosotros o las serpientes, enfermedades y animales de la selva.Este libro cuenta la interesante y fascinante historia sobre mis relaciones al momento de llevar a cabo misiones de exploración Tras Líneas Enemigas en la región montañosa del sur de Vietnam y cerca de la frontera con Camboya.Cuando llegué a Vietnam, lo primero que necesité hacer fue desprogramarme de la mayoría del entrenamiento que recibí del Ejército en Estados Unidos, antes de que fuéramos enviados a Vietnam.Por ejemplo, me habían enseñado formas de emboscar desde las elevaciones; que la elevación del terreno determinaba la selección del lugar de emboscada. Sonaba bien, y había funcionado en la Segunda Guerra Mundial y en Corea, pero esto era sólo combate guerrillero. Mi mentor, Tad, nos enseñó primero a reconocer un sendero observando la ruta de avance del enemigo, y cuando teníamos la dirección determinada, preparábamos nuestra emboscada al lado derecho del sendero, de acuerdo a la marcha del enemigo, sin importar la altura del terreno. La razón era que la mayoría de las personas, más del 90% son derechos, y las armas del enemigo apuntarían hacia otro lado mientras preparábamos la emboscada. Después de varias horas, cualquier soldado en misiones dentro de las calurosas selvas del sureste de Asia estaría disperso, perdería enfoque y dejaría de estar alerta, las posiciones de las armas caían mesurablemente, en especial cuando viajaban en lo que creían que era territorio seguro. Al emboscar desde el lado derecho del sendero, cinco guardabosques dispararían un total de 20 tantos desde un rifle M-16 en 2.3 segundos. Lo que equivale a 100 balas en la zona de eliminación mientras que el enemigo se congela en shock por un segundo por la balacera. Una vez que se percataran de lo que sucedía, caían al suelo apuntando sus armas de izquierda a derecha tratando de localizar el punto de origen del fuego. Eso sólo tomaría 2.8 segundos y nuestras manos se encontraban en los detonadores de las cinco minas claymore. Cada mina contenía cientos de metrallas como enjambres y cerca de una libra de explosivos C-4. El rifle del enemigo no habría llegado siquiera a su hombro para disparar antes de que detonáramos las minas, de ser necesario; y el enemigo, bueno, por eso se le llama emboscada. La sexta persona, un Guardabosque Radio-operador estaba detrás de nosotros, respaldándonos a través del radio, mientras nuestros helicópteros y apoyo estaban en camino.Esta historia te lleva desde un combate físico, hasta el combate espiritual de una manera en que tu fe es renovada. Mi intención es que encienda una luz en la batalla entre el bien (Dios) y el mal (Satán) que se lleva a cabo diariamente en nuestras almas. Siéntate y disfruta de esta corta, pero poderosa historia. La misión de este libro es que cuando llegues a su final comprendas mejor por qué Jesús hizo lo que hizo y por qué necesitas tener una relación con Él. Él te ama y quiere tener una relación contigo, una que te cambie de lo que hoy eres, a una nueva persona. Eres el Alma, y propósito de este libro.