La economía, el movimiento obrero y los partidos políticos, creación y desarrollo en Venezuela, y tiempos de transición, han pasado por varias etapas desde finales del siglo XIX y principios del XX, en especial en los tres primeras décadas del siglo XX, con la llegada de la industria petrolera, la exploración, explotación y comercialización del petróleo, y la implantación del capitalismo, con sus virtudes y males; el imperialismo con su alta carga del Destino Manifiesto, Doctrina Monroe, poder económico-financiero-militar y la cultura del dólar y otros valores revestidos de Sueño Americano, imposibles, sentándose las bases de la explotación petrolera, precedida de una incipiente economía manufacturera, en un país agrario-pastoril, de origen colonial, que todavía era parte del escenario de una sociedad feudal y regímenes políticos dictatoriales y represivos, luchas de caudillos por la toma del poder político y el control económico y social de esa Venezuela agraria, que el capitalismo cambiaría a la velocidad de inversiones y exportaciones del crudo asfáltico y el retorno a través de importaciones de productos elaborados y producidos con el petróleo extraído de nuestras tierras, iniciándose el saqueo con alta rentabilidad y acumulación de capital, derivada de la explotación obrera con salarios bajos, y condiciones de trabajo infames, hábitat infernal, especies de cárceles, más parecidos a campos de concentración, sin leyes laborales que los protegiera del capitalismo salvaje y voraz, sembrando otros valores culturales, junto al capital, en Venezuela. Es la transición económica del subdesarrollo y la dependencia de los centros hegemónicos, económicos, financieros y tecnológicos, ¡un país bananero, pero de petróleo! Tiempos difíciles, un país sumido en la miseria y una predominante población rural; aun así, el país exportaba productos agrícolas, el aislamiento de nuestra sociedad no era plena, el intercambio comercial, legado de la colonia, que nos conecta con vías interoceánicas, al viejo mundo, Norteamérica (EE.UU) y el resto de Sudamérica. La Primera Guerra Mundial, el petróleo de Venezuela, fue clave para los Estados Unidos y los países aliados, historia que poco se cuenta; solo que fue una realidad, en su etapa incipiente y desconocida: ¡el petróleo como arma de guerra! Otra etapa se iniciaba con la llegada de la industria petrolera, tiene la importancia de significar el principio hacia una transición política, económica y social; también transición de hombres, ideologías y pensamientos. Un proceso que cobraría fuerza, como hemos dicho, en las tres primeras décadas del siglo XX, continuando avasallador, con la omnipotencia del dólar, que todo lo compraba y todo lo corrompía, hasta el sol de nuestros días.