SINOPSIS:
En un futuro cercano, donde las megaempresas dominan a las personas, empieza esta historia. La imposición de un dispositivo de control de cobro y dominio dentro del cráneo, supone la muerte de millones de personas, ya que una gran tormenta solar amenaza a todo dispositivo electrónico, incluido al de nuestro protagonista: "Bryan", que aguarda desesperado la vuelta de su desaparecido novio. Esa espera es el principio de los acontecimientos que tendrá que superar, pues la única solución para salvar a esas personas, es intentar apagar todos los dispositivos infernales que esclavizan a la raza humana. La tarea no será fácil, ya que un sicario psicópata y la policía gris siempre le pisa los talones, en una sociedad autoritaria y muy homófoba, donde nadie puede ver más allá del daño que hace la tecnología a sus vacías vidas.

PRÓLOGO:
La tecnología nos brinda muchas posibilidades y seguridad en nuestra vida cotidiana. Sin embargo, poco a poco nos está creando un mundo gris y distópico, ya que cuando te sientas a una mesa, ya no miras a las personas que están a tu alrededor, pues te centras en una pantalla. Un mundo, donde las novelas de regímenes autoritarios futuristas y un control férreo a las cosas cotidianas, digamos que, ya no sorprenden, pues en este mundo distópico, intuimos que, poco a poco ya no te puedes esconder de su control. Nuestra civilización siempre se ha centrado en una base de pequeña desobediencia, mencionando cuando te juntabas con los amigos de joven y bebías alcohol o fumabas o las típicas gamberradas. Pequeñas cosas alegales, que hacías como acto de rebeldía al sistema. Esos amagos de rebeldía, en un futuro ya cercano serán imposibles, pues tu móvil te espía y te geolocaliza, sin mencionar que, miles de cámaras de seguridad, te vigilan como el gran hermano de novelas o películas, que antaño nos escalofriaban. Está llegando ese futuro, en el que no te podrás salir ni un poco del sendero, pues la tecnología nos subyugará la poca libertad que tenemos en esta nuestra sociedad corporativizada. Poco a poco, te la van metiendo doblada, y tú estás tan feliz. Cuando supuestamente vives en un país más alejado del 3° mundo, te crees a salvo y superior. Sin embargo, estás más cerca del abismo que nunca, pues estás más abobado por ese sistema que amas.