El ser humano desde siempre se dio cuenta que su vida dependía del sol, que la luz era su fuente de existencia y de prolongación sobre la tierra. Bajo esta comprensión, organizó todas sus formas de vida a su alrededor, pues sabía y tenía conciencia que el "padre sol" era el centro de todo (heliocentrismo o vitalismo solar). Los pueblos de Amerindia (América) sabían desde hace por lo menos 2000 años que la Tierra giraba alrededor del sol y de que este planeta era redondo, como se ha demostrado por estudiosos serios de las culturas precolombinas.No existe ninguna cultura en el mundo que no se haya manejado cósmicamente. Todas las sociedades de la Tierra funcionaron dentro de una conciencia solar y lunar. Por ello, el sol era considerado dios, padre o madre (según la cultura), espíritu, energía vital, fuente dadora de vida, etc. Todo el accionar de vida de estos pueblos, se prolongaba y se dirigía hacia el sol, la luna, las estrellas, por lo que su conciencia era cósmica y vibraban en la cuarta dimensión o tetraconciencia, como mínimo.La tetraconciencia funcionó por miles de años en la conciencia humana, hasta que empezó un proceso de reduccionismo en vez de amplificación de la conciencia, como había sido la actitud de esa humanidad. Para ello, ayudándose en la meditación, las plantas maestras, el baile, los tambores, y otras técnicas para llegar a otros niveles y estados de la conciencia o del espíritu; algo que se puede encontrar todavía en algunos pueblos sobrevivientes a la civilización. Pero luego se pasó a un proceso inverso, de reducción o contracción de la conciencia; para terminar pasando de una conciencia integral a una conciencia miope o de claustro, por ende, menos inteligente y más fanática y fundamentalista. La triconciencia cuando se desprendió de la tetraconciencia comenzó a inventar una serie de nuevas creencias y ciencias (principio de identidad, principio del tercero excluido, geometría euclidiana, etc.) que diferían de los principios del milenario cosmocentrismo de característica tetraconsciente, y al cual nosotros le vamos a denominar "tetrasofía". La triconciencia correlativamente organizó un nuevo mundo social, económico, religioso, educativo; dentro de dimensiones contrarias a las naturales y cósmicas, para ajustarse al ego patriarcal que emergía.