Presenta los fundamentos teóricos para la construcción de la historia para la liberación. Si entendemos la forma cómo fueron atados los nudos de la dominación colonial, sabremos cómo desatarlos. Por eso Reverón comienza Identificando las fuerzas que intervienen en el proceso histórico de la dominación colonial y la forma como salen a su encuentro los vectores de la fuerza de resistencia liberadora. Expone las ideas esenciales para comprender la dinámica de la relación de fuerzas históricas que intervienen entre los poderes que se chocan en esta dinámica. Una visión Liberadora de la historia debe partir desde el momento primordial cuando tiene su comienzo la relación de dominación-resistencia-liberación. Esta relación es percibida desde la totalidad del espacio geográfico y la totalidad del tiempo histórico. La conquista comienza de manera progresiva cuando la cosmovisión del español se desplaza geográficamente a este lado del Atlántico al implantar la sociedad. Esos cuatros principios constitutivos del europeo definidos en al obra filosófica de José Manuel Briceño Guerrero, se transmutan en fuerzas de dominio colonial desde el momento cuando comenzaron a implantar su modelo de sociedad colonial. Lo grave es que naciones que se han celebrado independientes continúan rigiéndose por este patrón, al cual son pocas las alteraciones que ha podido realizar. Para la explicación y manejo de la dinámica de la historia, estos cuatro principios constitutivos han sido representados mediante símbolos y esta condición nos permite realizar una ecuación que explica la relación de dominio. En esta primera entrega, correspondiente a los principios fundamentales presentamos la primera parte de la ecuación. En la medida que vayamos familiarizándonos con el lenguaje de estos símbolos y la forma cómo operan, proseguiremos con el desarrollo de la ecuación. La visión liberadora de la historia además es integradora del conocimiento, no tiene el menor prurito en aplicar principios del álgebra y de la física para explicar la historia, lo importante es que estos símbolos nos permitirán representar con lenguaje ideográfico, tanto las relaciones de producción, como la estructura de las formaciones socioeconómicas. El hilo conductor de esta teoría, reiteramos, parte de una lógica sencilla: si entendemos la forma cómo fueron atados los nudos de la dominación colonial, entonces estaremos en condición de desatarlos. Mientras no realicemos el consejo de Simón Rodríguez de inventar en lugar de copiar teorías construidas con realidades ajenas a la nuestra, estaremos errando como lo hemos hecho durante los últimos doscientos años, guardando en nuestra memoria colectiva la creencia de que realmente hubo independencia cuando no se desataron todos los nudos de dominio colonial. En esta introducción a una teoría liberadora de la historia obtendrá el lector de manera sencilla, una valiosa obra de difusión del pensamiento filosófico histórico político al alcance de todos. En esta ocasión estamos frente al primer peldaño de las gradas que nos llevan a la comprensión total de este proceso.