Teleobjetivos de Kypros,
SÓLO FOTOS - SIN TEXTO... sólo algunas tomas de larga distancia
Una encantadora odisea visual sin distracciones textuales que te invita a embarcarte en un viaje a través de la lente de un fotógrafo experimentado impulsado por una pasión desenfrenada por lo extraordinario. Con el vibrante telón de fondo del West End de Londres, cerca del icónico Piccadilly Circus, nuestra exploración toma vuelo con la adquisición de un formidable teleobjetivo a la tierna edad de 15 años en la década de 1970: un MTO ruso de 1000 mm f11, un emblema de la la insaciable búsqueda del fotógrafo por nuevas alturas.

Una divertida anécdota marinera se entrelaza, revelando una búsqueda juvenil de tiburones en medio de pescadores experimentados contentos con la caballa. El espectáculo de un decidido niño de 13 o 14 años armado con un anzuelo gigante llevó a la cómica decisión de atarlo al barco, una medida que no se tomó en aras de la fotografía sino en la búsqueda de esquivas criaturas marinas.

La década de 1970 fue testigo del surgimiento del que podría ser el fotógrafo semiprofesional más joven del mundo. En medio del constante zumbido de una radio policial, se desarrolló una rutina única. El revelado de la película se produjo dentro de los confines íntimos de un armario de ropa, donde la delicadeza manual guió la película a través del revelador y el fijador hasta que un tanque de revelado de película con luz natural marcó el comienzo de un toque de modernidad.

Aquí entra en escena el formidable objetivo MTO ruso de 1000 mm, una potencia con desafíos de viñeteado. Sin estar familiarizados con el término, tanto el objetivo como el fotógrafo persistieron, desentrañando gradualmente los compromisos inherentes a las lentes de espejo y los telescopios.

La fotografía, que trasciende el mero arte, surgió como una forma de escapar de las complejidades del Londres de los años setenta. Un mundo sin límites requería exploración, instando al fotógrafo a capturar su esencia a través de la potente mirada de los teleobjetivos.

Desafiando las convenciones, donde una lente de 50 mm podría ser suficiente para la mayoría, la narrativa visual de Kypros se desarrolla a través de una lente de 500 mm. Los límites se ampliaron aún más hacia los reinos superpoderosos de 4000 mm a principios de la década de 1990.

Este libro revela una colección salvaje de fotografías que muestran a la reina Isabel a caballo en el icónico centro comercial y vislumbres sin filtros de celebridades de Hollywood en su estado auténtico. Un tapiz de aleatoriedad se teje en la cohesión, con el dominio de los teleobjetivos sirviendo como hilo conductor que ofrece una perspectiva distintiva del mundo a través de la lente de Kypros.