Cuando la tempestad llega remueve los cimientos de nuestro confort, pone a prueba la firmeza de nuestro carácter y capacidad de resistencia. Pero cada tormenta es una oportunidad para crecer y superarnos. Depende de ti, si te dejas arrastrar por sus fuertes olas o las superas.
Desdichadamente, no todos encuentran en las adversidades una fuente de crecimiento. Mientras lees este libro hay un sinfín de personas desesperadas por no saber cómo salir de su tormenta.
Las necesidades, la escasez, la enfermedad, las malas relaciones familiares o incluso un propio desastre natural pueden trastocar tu vida, robarte la paz, elevar tus niveles de estrés y hacerte sentir que no tienes fuerzas para más. Si te encuentras así querido amigo(a), estás en medio de una tormenta.
Lo sé. Es frustrante cuando llueve sobre lo mojado y no sabes que hacer para revertir la situación. La ansiedad generada dificulta encontrar las opciones correctas. Miles de hogares, relaciones y negocios experimentan el quiebre a causa de crisis mal resueltas.
A pesar de todo, les traigo una gran noticia. Eres superior a esa tempestad y esa crisis. No fuiste puesto ahí para ser consumido por los problemas. ¡Tú tienes las potencialidades para socavarla! Lo único que debes hacer es ajustar la mirilla óptica y enfocarte en las herramientas poderosas que Dios ha destinado para ti.
La Escritura está llena de recursos. De tapa a tapa, registra innumerables circunstancias que enfrentaron los hombres de Dios. Pero ninguna de aquellas dificultades, pudieron resquebrajar la madera con la que estaban hechos. Todos y cada uno de ellos, nos dejaron un legado de victoria en Dios. Pedro es un ejemplo de cómo caminar por encima de la tormenta.
Mientras los discípulos navegaban en el mar de Galilea, fueron sorprendidos por una tempestad. En esta ocasión el Maestro no estaba en la barca. Cuando Jesús vino a ellos caminando sobre el agua, todos los que estaban en la embarcación se turbaron y el miedo les llenó. - ¡Es un fantasma! - gritaban despavoridos. Sin embargo, Pedro uso esa confusión para sacarle provecho: "Señor si eres tú, manda que yo vaya a ti sobre las aguas."
Supera la tempestad, pretende ayudarte a ver la oportunidad en medio del caos, tal como lo hizo Pedro. A dejar de mirar el problema y enfocarte en Dios. Descubrirás el grandioso poder creativo de la Palabra del Señor. Te impulsará a desarrollar una vida íntima con el Espíritu Santo y a ser revestido de toda autoridad.
Espero que después de este libro cambies tu posición de autocompasivo a un transformador de realidades. Tú eres la respuesta que Dios está enviando para calmar la tormenta. ¡Se una persona resolutiva! ¡Atrévete a caminar por encima de la tormenta!