¿Tienen deseos sexuales las mujeres mayores? ¿Se masturban? Muchos creen que no pero ellas afirman en este libro lo contrario.

Existe un gran desconocimiento sobre la sexualidad de las mujeres mayores. Lo que no es casual, pues ellas arrastran una larga tradición de vergüenza para hablar de eso, y su entorno tampoco está muy dispuesto a escuchar que siguen siendo mujeres deseantes y "sexualmente activas". Una de las mujeres entrevistadas, de 61 años de edad dice: "Me encanta colaborar con este proyecto. Yo creo que son necesarios libros como este que faciliten una información veraz a la gente, para que no les pase como a las de mi generación que crecimos con una ignorancia importante sobre estos temas. Y sobre todo me gusta que se centre en mujeres de mi edad, para que todo el mundo pueda ver que no nos transformamos en un trozo de madera tras la menopausia".

El mismo concepto de "sexualmente activas" resulta equívoco, pues se tiende a relacionar exclusivamente a practicar el coito u otras actividades sexuales con otra persona, excluyéndose la masturbación.

Masturbarse es, sin embargo, la forma más frecuente de disfrutar del sexo que tienen las mujeres mayores, tengan pareja o no. El 97% de las 311 mujeres de entre 55 y 87 años de edad contactadas por el autor de este libro se masturba. Pero sólo el 18% del conjunto accedió a exponer su experiencia con la masturbación y otras actividades sexuales; mostrando, así, la vigencia del silencio que oculta a la masturbación femenina. Un mutismo que ya se ha señalado como responsable del desconocimiento que tenemos sobre esa práctica sexual, sobre todo entre las mujeres postmenopáusicas.

No es posible derribar tales creencias si estas mujeres mantienen su silencio.

Las mujeres, pioneras, que exponen sus experiencias con la masturbación (presentes y pasadas) en este libro rompen ese silencio y dibujan un perfil sexual desconocido hasta ahora de las mujeres mayores, en el que podrán verse total o parcialmente reflejadas muchas lectoras y donde también tienen qué aprender lectores varones.

Y aunque hablan de otros aspectos de su sexualidad, sus relatos se centran en la masturbación porque es una práctica sexual inequívocamente autónoma, que las mujeres gestionan por sí mismas y para sí mismas sin la intervención de nadie más; representando fielmente el impulso sexual independiente de cada mujer. Y porque ante el frecuente declive sexual de sus parejas masculinas, o por vivir solas, la masturbación se convierte en su principal fuente de orgasmos. Algo que, como se ha dicho, nuestra sociedad no está muy segura de querer saber.

¿Han hablado alguna vez de masturbación estas mujeres? ¿Saben de alguien de su entorno que lo haga? ¿Cuándo descubrieron ellas la masturbación? ¿Siguen haciéndolo con la misma frecuencia que de jóvenes? ¿Lo saben sus parejas? ¿En qué momento del día lo hacen? ¿Las han pillado alguna vez masturbándose? Los lectores encontraran las respuestas a esas preguntas en este libro. En el que 57 mujeres exponen en un texto ameno, espontaneo e ilustrativo, sus experiencias sexuales, incluida la masturbación, relatadas por ellas mismas.