About the Book
Este relato trata de la simpleza de hacer un viaje sereno, simple, sin angustias, conociendo culturas y lugares que quizá no sean tan famosos, pero que dejarán en nosotros la huella imborrable de un tiempo bien vivido, la alegría de ese goce íntimo, interior y sereno tan necesario en un mundo en que estamos corriendo en todo momento, con el tiempo con las justas, con una carga de trabajo superior a nuestras fuerzas, donde simplemente no podemos llegar a todo, así de sencillo y así de difícil.
Mundo disperso, compuesto de múltiples formas de contacto y de mensajes que nos asedian electrónicamente por todos los medios posibles: el móvil, el correo electrónico, las Tablets, la laptop, el Bluetooth, el reloj que interrumpe las conversaciones y por último las gafas. Bombardeo incesante de datos, emergencias, reclamaciones; todo es urgente, prácticamente es muy difícil priorizar las actividades, porque cada contraparte pelea lo suyo y lo considera lo único importante y a veces, simplemente no lo es.
Ser de carne y hueso, significa saberse limitado, reconocer que algunas cosas no nos salen como quisiéramos, que fracasar es parte del crecimiento de una persona y que, un poco de humildad nos hace bien, aunque sea para mantener el trabajo y asegurar la educación de los chicos, ya que
conviene que sean nuestros hijos los que crezcan y que nosotros disminuyamos.
Es así querido lector, que espero que estas pequeñas historias rurales y urbanas sean para ti un descanso, un refugio, un pequeño
oasis. Aunque algunas de ellas las he publicado una a una en una conocida plataforma digital, todo esto es escrito por alguien como tú, que no es escritor, ni literato, sólo un simple
tipo de la calle, que tiene que ganarse la vida trabajando como el resto, con las mismas angustias de quien llega con las justas a las cuentas económicas del fin de mes para recibir su sueldo y que en alguna oportunidad, ha perdido su empleo.
Somos
"gente como los demás", "uno más", ciudadanos de a pie, de carne y hueso, que a veces sufre de insomnio y otras está contento de haberse reunido con lo más valioso que tiene: su propia familia; que en algunas oportunidades se siente indispuesto y otras ha tenido un plato de comida exquisito, agradable, rico, con su buena bebida, que lo ha dejado contento por un buen tiempo... que en no pocas ocasiones deja escapar unas lágrimas y otras se ríe a sus anchas y da gracias a la vida (y a Dios) por esos -muy pequeños- instantes de felicidad.
Sin más que decirte, te animo acompañarme por el camino. Dicen que
"la meta es el camino"; yo no sé si esto será cierto, pero por lo menos
suena bien, es una frase muy bonita y motivadora. Espero que esta pequeña obra literaria te guste, hay mucho de ficción y fantasía en ella, algunas veces quizá he quedado deslumbrado de un lugar más de lo que debiera y lo he escrito de esta manera, te pido disculpas por ello. Vamos,
¡ven conmigo! y busquemos
El Camino, ese que es de verdad.