La Comunidad Campesina de San Pedro de Casta, ubicada en la provincia de Huarochirí, en la Región de Lima, está a solo un par de horas de la capital del Perú. Pese a su cercanía a la gran urbe, mantiene su identidad andina y su gran capacidad de resiliencia sociocultural. Es así que, su organización social se basa en la tradición de los cargos comunales, articulada a la normativa nacional que le da personería jurídica. La gobernanza comunal conjuga lo familiar con lo comunal y las decisiones de gestión se toman en asamblea comunal. La economía está basada en la agricultura, con rotación de tierras y de cultivos; buenas prácticas en el manejo del agua y de la conservación ambiental, prácticas basadas en la reciprocidad del ayni y la minka. Toda la vida comunal está institucionalizada en las llamadas "costumbres", que se reflejan en las festividades y rituales que se desarrollan tanto en el marco del ciclo vital, como del ciclo de la producción.
Los antropólogos Drs. Oliverio Llanos y Jorge Osterling, junto con los estudiantes de Maestría en Antropología Social, Yolanda Ramírez, Fernando Ortega y Marleen Haboud, vivieron un año y medio en la comunidad de San Pedro de Casta, para realizar investigaciones antropológicas, utilizando la técnica de la observación participante y entrevistas a profundidad. La comunidad los acogió y, la convivencia desarrollada, llevó a que, al cabo de tres meses, se les incorporara como Comuneros Honorarios, lo que les permitió conocer mejor la comunidad, logrando ser aceptados en su quehacer diario, no solo como testigos, sino como actores activos, de las costumbres de la comunidad. Como comuneros recién incorporados, los hombres tuvieron que cumplir con la obligación de pasar el cargo de Alguacil Menor, acompañados de las mujeres. Esto les permitió recibir una parcela de tierra, con derecho al turno de agua respectivo, que cultivaron en la época de su estadía en la comunidad.
Ser comuneros y pasar el cargo obligatorio de Alguaciles Menores, les permitió participar como actores directos en la festividad más importante de la Comunidad, la llamada Champería, o Fiesta del Agua, tomando parte en el Ritual de la Ceremonia del Pago al Agua y, en especial, en la Ceremonia Secreta, en la que fueron testigos y participes del diálogo ancestral de los comuneros con sus divinidades andinas.
Con el permiso de los comuneros y las autoridades comunales, los antropólogos Llanos y Osterling escribieron la etnografía de la Champería, que fue publicado por la misma comunidad y que ahora se reedita para compartir la experiencia de entonces, dada su permanencia en el tiempo, y que hasta la actualidad sigue siendo un referente de la vida en la Comunidad de San Pedro de Casta.