El ejemplar que el lector tiene entre las manos es el correspondiente a Noviembre-Diciembre de 2014. Acabamos en él dos ensayos que habíamos iniciado en números anteriores, sobre José Antonio Primo de Rivera y la monarquía y sobre las relaciones entre el fascismo italiano y el esoterismo. Pero el tema de portada es otro: Neofascismo - Antisemitismo - Antisionismo. Hay que explicar el motivo: el sionismo es una forma de nacionalismo judío que aspira a que la Diáspora termine y a la reunión de las doce tribus de Israel en Palestina. Hemos querido disipar un equívoco: el fascismo no creyó jamás en la existencia de una conspiración judeo-masónica-bolchevique. Quizás algunos católicos antisemitas por motivos de religión hayan asumido esa orientación que no tiene nada de "fascista". El tema es espinoso, pero hacía falta abordarlo: existió un neo-fascismo antisemita, pero también otro neo-fascismo que admiró las realizaciones del Estado de Israel. Se ha dicho que Falange "nació a la derecha". En realidad, sería más cierto explicar que dentro de las derechas, en la primera generación falangista existió, existía una gran representación monárquica alfonsina, especialmente en el servicio de orden, la llamada "Falange de la Sangre" o "Primera Línea". Esa presencia monárquica hacía sentir todavía más su presencia gracias a la financiación que entregaban a José Antonio. Sin embargo, poco después, estas relaciones se rompieron y José Antonio volvió la mirada hacia Mussolini. En esta segunda y última parte del ensayo abordamos las cuestiones históricas sobre las relaciones de José Antonio con la monarquía. Se tiene tendencia a ejercer el reduccionismo sobre esta cuestión afirmando que todo neo-fascismo es, por definición, antisemita. No es así. De hecho han existido distintas posiciones sobre la materia: desde los admiradores del ejército judío y de la organización de los kibbutz, hasta los que transformaron el antisemitismo en antisionismo, pasando por aquellos otros que manifestaron una completa indiferencia. En este artículo se examinan las distintas posiciones del neofascismo y sus transformaciones desde los años 50 hasta finales de los 70. Otra serie que acaba en su tercera entrega: Fascismo y esoterismo. Se trata de un popurrí de temas que tienen relación con la materia tratada: de un lado se estudia el clima cultural del primer novecento italiano que ayuda a entender el porqué durante los años del Ventennio existió un clima tan favorable a la difusión del esoterismo; se estudian las incrustaciones esotéricas que existieron en las SS italianas, la Escuela de Mística Fascista, el Grupo de Ur con especial atención a la figura casi desconocida en España de Arturo Reghini y un largo etcétera. Con ello creemos haber agotado un tema en el que, por primera vez, se ha presentado al público español esta temática. Acaba de aparecer el libro La Falange y la Derecha, subtitulado "Revolución contra reacción", escrito por Jorge Olmedo Cantalapiedra y publicado por Ediciones Barbarroja. Ofrecemos en estas páginas una breve recensión y un comentario sobre la obra, especialmente por dos motivos: la amistad que nos une tanto al autor como al editor y los valores propios de este texto que consideramos adecuado especialmente para jóvenes que intenten penetrar en la historia del movimiento falangista y conocer algo más sobre las posiciones de José Antonio Primo de Rivera.