About the Book
Tengo un gran amigo, un buen hombre que se llama Antonio, es Adventista del Séptimo Dia. Nos vemos con frecuencia y conversamos, al final de nuestros encuentros, siempre me implora que me prepare a tiempo, para enfrentar el día del "Juicio Final", evento que está muy próximo y del cual se reciben a diario, las señales del inminente advenimiento de Dios. Lo conozco hace años, le respeto y le admiro mucho la pasión y la fuerza de su Fe. Pero después de haberlo conocido y de recibir su anuncio de la vuelta justiciera del Señor, hemos vivido tantos hechos aberrantes que, a mí, un hombre con muy poca Fe, me han puesto ha dudar sobre la Fe de mi amigo Antonio. Hechos aberrantes marcan hoy nuestra existencia, hombres que asesinan por placer, que ya no lo hacen aprovechando la soledad y las sombras, hoy lo hacen a plena luz del día, delante de todos, de forma masiva, sin escoger previamente a sus víctimas, da lo mismo, siempre que sean humanos no importa como se llamen o quienes sean, lo importante es matarlos, privarles del regalo divino de la vida, ultrajarlos en publico o hacerlos sufrir a ellos y a sus familiares y amigos. Ya el asesino no le interesan las víctimas, ahora en una posición egoísta, quiere atraer las miradas de todos hacia él mismo, esto le causa placer y le hace sentirse útil. El hombre, desde que fue creado, fue creado con el germen de la violencia. En la misma Biblia sagrada de mi amigo Antonio, desde el primero hasta el ultimo de sus libros, esta presente la violencia, unas veces sola, otras veces mezcladas, ambas, la divina con la humana, con un fin único, imponer la fuerza y matar siempre al presunto adversario. Desde el maravilloso libro del Genesis, cuando se narra como Caín, nieto de Dios, mata a su hermano Abel, hasta el Libro del Apocalipsis Final, está presente la violencia contra y entre los humanos y sus obras. Y le pregunto a mi amigo Antonio, ¿Es que acaso podremos nosotros los humanos, vivir algún día en un mundo terrenal o celestial, sin la presencia de la violencia? Sí, existe, responde. Pero las noticias a diario nos impactan, un asesino en la ciudad de Nueva York, llegado desde la planicies usbekas, lanza una camioneta contra la multitud y mata a varias personas inocentes; un hombre que entra a una iglesia repleta de personas en Texas, el domingo día del culto y dispara y mata a mas de una veintena de fieles, muertos que incluyen a mujeres y niños inocentes, un hombre se apertrecha en la habitación de un Hotel de Las Vegas, Nevada y dispara durante varios minutos con armas de alto poder contra la muchedumbre indefensa a su pies, dispara a mansalva y mata decenas de jóvenes, no los conoce, no ve sus rostros, tampoco le interesa, él solo quiere matar el mayor número de humanos; un hombre se introduce en una discoteca de Orlando, Florida y dispara contra los jóvenes que se divierten, decenas pierden la vida; y así se producen asesinatos en escuelas, teatros, cines, iglesias, domicilios, y donde quiera está presente un asesino con sus ansias de muerte. ¿Le preguntamos al amigo Antonio, acaso estas son las famosas señales de Dios? ¿Así el Señor con estos criminales nos está anunciando su arribo? ¿Es que acaso estos asesinos que son hijos de él y que matan a su propio rebaño cuentan con su cómplice aprobación? Mi amigo Antonio tiene para mis varias respuestas, pero a mí no me hacen falta, ya yo tengo las mías: El Hombre es violento por Naturaleza. Esta serie de libros y de compilaciones sobre hombres malvados, de asesinatos en serie, de asesinatos masivos y de hechos de violencias, tiene como objetivo promover el debate masivo acerca de la necesidad de tomar conciencia de nuestra esencia humana y de los peligros que a diario enfrentamos con nuestra existencia.