Hoy con seguridad y convicción, mirando hacia atrás puedo mencionar una frase que profería el épico boxeador Ringo Bonavena que me hizo reír, meditar y reflexionar, que dice así "La experiencia es un peine que la vida te regala cuando te has quedado calvo". Y no hay nada más cierto, porque el aprendizaje se obtiene después que se vive la situación difícil y luego pensamos en lo que hubiese pasado si esa experiencia se hubiera podido aplicar antes de vivir esa situación. Pero después de lo vivido no vale la pena lamentarse por acciones no tomadas a tiempo.
Motivo que me impulsó a escribir de aquello que he aprendido, como lo son las relaciones de parejas que no son sanas, para que los jóvenes y también adultos que estén comenzando una relación o que tengan la intención de comenzar una, al leer este libro puedan considerar los aspectos relevantes a tomar en cuenta antes de dar el paso al matrimonio y poder elegir de manera correcta a esa persona que los va a acompañar en el maravilloso viaje por la vida.
Para que al elegir de una manera sabia esa relación pueda perdurar en el tiempo de una forma armoniosa y saludable para ambos.
Igualmente, lo he escrito para facilitar a los jóvenes y adultos que aún no se explican porque caen una y otra vez en el mismo tipo de relaciones no saludables. Les proporcionaré las herramientas necesarias para que aprendan a identificar los focos o alarmas rojas que les indica que algo no está bien, y desde el conocimiento, trabajarlo juntos para superarlo, o simplemente entender que están con la persona equivocada y de esa manera, poder tomar a tiempo la decisión de marcharse, sin esperar caer en el abismo desde donde no se sabe cómo salir.
Donde el lector pueda comprender la importancia que él o ella tienen ante los ojos del Creador, e igualmente lo vital que es el amor propio, porque muchas veces en nombre del amor, las personas permiten malos tratos tanto emocionales como físicos, porque no saben que para poder amar a otro tienen que aprenderse a amar ellos mismos.
Lamentablemente son patrones que se construyen desde la infancia y muchas veces no es porque los padres quieran hacerles daño a sus hijos, sino porque ellos han sido criados y tratados de esa misma manera. No entienden que son los responsables de desarrollar una baja autoestima en sus hijos por esos tratos, porque ni siquiera saben que ellos mismos están dañándolos.
Nadie puede dar de lo que no tiene; no se le puede pedir higos a un árbol de espinos. Si una persona en su crianza no recibió amor, no podrá dar amor porque simplemente no sabe cómo hacerlo.
Mi deseo es que todo este conocimiento comprimido en estas páginas, pueda ser de ayuda a muchos jóvenes que se encuentran desorientados por la vida, sin entender ni saber lo que quieren y esperan de las demás personas.
También que le pueda servir a muchos adultos que a pesar de la edad y los procesos vividos, aún no entienden por qué les suceden las cosas que les ha tocado vivir en sus relaciones de pareja.
Para que sepan que, a pesar de lo vivido, se puede disfrutar de una relación sana.