Por "reencarnación" se entiende la encarnación repetida, o encarnación en la carne, del alma o parte inmaterial de la naturaleza humana. El término "Metempsicosis" se usa a menudo en el mismo sentido, la definición del último término es: "El paso del alma, como esencia inmortal, a la muerte del cuerpo, a otro cuerpo vivo". A veces se utiliza el término "Transmigración de las almas", un término utilizado en el sentido de "paso de un cuerpo a otro". Pero el término "Transmigración" se usa a menudo en conexión con la creencia de algunas razas subdesarrolladas que sostenían que el alma de los hombres a veces pasaba a los cuerpos de animales inferiores, como castigo por sus pecados cometidos durante la vida humana. Pero esta creencia está desacreditada por los partidarios de la Reencarnación o la Metempsicosis, y no tiene conexión con su filosofía o creencias, ya que las ideas provienen de una fuente completamente diferente y no tienen nada en común. Hay muchas formas de creencia - muchos grados de doctrina - con respecto a la Reencarnación, como veremos a medida que avanzamos, pero hay un principio fundamental subyacente a todos los diversos matices de opinión y divisiones de las escuelas. Esta creencia fundamental puede expresarse como la doctrina de que existe en el hombre un algo inmaterial (llamado alma, espíritu, yo interior o muchos otros nombres) que no perece con la muerte o la desintegración del cuerpo, sino que persiste como entidad. y después de un intervalo de descanso más o menos corto, reencarna. En relación a esto, la concepción del Karma se niega a usar los términos "recompensa y castigo", o incluso a entretener esas ideas, sino que ve en todo la elaboración de un gran Plan Cósmico por el cual todo surge de abajo hacia arriba, y nuevamente arriba. El Karma no es más que una fase de la gran Ley que opera en todos los planos y formas de Vida y del Universo. Para ello la idea de que "El Universo se rige por la Ley" es un axioma. Y dado que la Justicia también está implícita en ella, no ve sanciones y recompensas - méritos y deméritos - sino solo la prueba de esa Justicia Suprema; la busca y la encuentra en la concepción y realización de que Todo funciona para el Bien. Todo tiende hacia arriba, que todo es justificado y justo, porque el fin es el Bien Absoluto, y que cada pequeña obra de la gran maquinaria cósmica está girando en la dirección correcta y con ese fin. En consecuencia, cada uno de nosotros está exactamente donde debería estar en este momento, y nuestra condición es exactamente la mejor para llevarnos a esa Consumación y Propósito Divino. Y para tales pensadores, de hecho, no hay Diablo sino Miedo e Infidelidad, y todos los demás demonios son ilusiones, ya se llamen Beelzebub, Mente Mortal o Karma, si producen Miedo e Infidelidad en el Bien.