Introducción

Querido Sr. Presidente Joe Biden,

La experiencia a veces es más que suficiente, y por eso muchos desde todas partes del mundo nos alegramos sinceramente de su elección como Presidente Americano, sobre todo porque algunos entendemos que si Barack Obama llegó a la Casa Blanca y se mantuvo dos mandatos con éxito pese a la compleja realidad racial norteamericana se debe sobre todo por la experiencia de su entonces Vice-Presidente.
Los grandes logros muchas veces pasan desapercibidos y las grandes tareas suelen conllevar muchísimo esfuerzo pero al final, cuando se desea hacer el bien no es imposible alcanzar tales metas, siempre que se hagan las cosas bien.
Por ello, solo la historia determinará si se puede presumir de éxito cuando se mantiene en la pobreza a un continente tan rico como es el continente africano y, en el caso de Guinea Ecuatorial al parecer solo importa el petróleo cuando se negocian monopolios que no le sirven para nada a la población pues los recursos se pierden siempre por el camino y no conocen nunca el retorno al país, y luego encima se habla de corrupción.
El futuro nunca se tiene en cuenta hasta que llega y nos pasa factura, y ello son las consecuentes crisis financieras que no solo están destrozando las economías de los países más industrializados sino que muestras al mundo entero la fragilidad de los tejidos económicos de los países en vías de desarrollo, que sufren los efectos de la economía global como víctimas de la mala planificación y gestión económica, y la dependencia o colonización industrial y tecnológica.
Mientras tanto, los continuos esquemas piramidales de dudosa legitimidad y nula intensión de mejora y progreso, hacen que los abundantes recursos del continente africanos permanezcan continuamente en riesgo y no aporten su verdadero valor en el contexto de la economía global; es como si en las mentes de algunas personas, realmente al morir serán enterradas con todos los billones de dólares de la producción de los recursos naturales de África.
Muchos al parecer, y pese a sus disfraces señoriales, no han aprendido nada de los antiguos egipcios, y no creen si quiera que les hace falta pues, si algo se creen algunos que son, es precisamente eso, faraones, y todos sabemos cómo acabó la historia de los egipcios y sus faraones, ¿ verdad?

¡Necio es pues, presumir de ser faraón, más suerte tuvo todo aquel que siguió a Moisés!

Querido Sr. Presidente Joe Biden,

Su País, los Estados Unidos de América, Es culpable de mostrar al mundo el valor de la Libertad, del Patriotismo, del Honor, de la Verdad, y de la Justicia en todo lo que engloba la corta pero profunda historia sociopolítica de Norteamérica; una historia que está transformando el mundo.
Es el país que ha elevado la consciencia de la juventud en todo el mundo, sobre todo en los países donde la gente aspira a la libertad, la verdad, la justicia, el honor, y el patriotismo como principios fundamentales de una Nación.
En definitiva, Sr. Biden, le escribo estas líneas porque yo no soy de los que ven la tele y comenta o critica la información pre-fabricada sobre la actualidad geopolítica y mucho menos por las redes sociales, que no utilizo.
Le escribo simplemente, sobre lo que creo que usted y su País pueden hacer por mi País y no están haciendo y después de haber escrito más de doscientos libros, creo que este no es menos pertinente.

Gracias por leer estas líneas.