About the Book
"La protesta", en contra de la iglesia católica (que terminó por conocerse como "La Reforma Protestante"), la inicia en el siglo XVI (1518), un fraile agustino, alemán, llamado Martín Lutero. Su coraje en contra de la jerarquía eclesiástica, lo fundamenta el hecho de que, Lutero, se opuso a la ejecución de una bula papal, que les otorgaba a los frailes dominicos, la obligación de recolectar en el Sacro Imperio Romano, los recursos necesarios, para la construcción de la Basílica de San Pedro, en Roma, a través de "la aplicación de indulgencias". Martín calificó este "tráfico de influencias", como "la venta indiscriminada de indulgencias", y "la prostitución de la fe, por el gusto por el dinero y la riqueza". En realidad, el Papa León X, le había asignado a los dominicos, tal empresa, por su amistad con el Fraile Dominico Johann Tetzel; en lugar de asignársela a los agustinos, (como se lo había solicitado el propio Martín Lutero), porque temía que estos, le diesen un cause diferente, al dinero recaudado. Esto "le prendió el alma y le inflamó el corazón", a Martín, el cual, víctima de una rabia incontenible, empezó a despotricar en contra de "su iglesia". Como en todo pleito, cada uno de los contendientes, tenía algo de razón. Martín, como todo "buen apóstata", se agarró de cuanto pudo, para desprestigiar a la iglesia católica; y la acusó, de "avara y pagana". Atacó la iconografía católica y ortodoxa; y sus dogmas de fe. Adicionalmente a su reclamo inicial, como hombre religioso; aunque de poca fe, a mas de hipócrita y sinvergüenza; ya se encontraba en "la condición de pecado insoluto", que le reportaba su relación sentimental (sexual) con una monja; (además de que ya era víctima de algunos otros vicios, "mundanos y muy personales", aceptados y muy consentidos, por él); atacó al celibato sacerdotal, declarando pública, su cópula, con semejante mujer. Quemó millones de libros católicos, en piras públicas; y contando con la complicidad y apoyo de otras figuras políticas de la época, (que estaban muy bien relacionadas con aquella organización judía, que después promovería la franc-masonería; y que eran amplia y subrepticiamente subsidiadas, por el judaísmo-sionista; quienes, al ver como una gran oportunidad de atacar a la iglesia católica, la serie de imprecaciones que decía y las barbaridades que hacía, este iracundo monje alemán; se imbuía en todo este desorden y subversión, implícitamente, a través de Juan Calvino, quién fue uno de sus mas activos exponentes); desataron una época de violencia y barbarie, que le hizo tremendo daño, al mundo cristiano centro-europeo. De todo este caos, surgieron toda esa pléyade de "iglesias protestantes"; las cuales, día con día, se subdividen todavía, aún mas.