Como primer motivo para escribir este texto, es: El principio de indeterminación de la mecánica cuántica; que declara, que no es posible medir juntamente y con gran precisión tanto la posición como la velocidad de una partícula; cuanto más exactamente mide uno la posición, menos exactamente la puede medir la velocidad y viceversa. (Hawking, 2002). Lo que en mí suscitó una fuerte descarga del poder de la palabra del Dios quien hizo todo determinado, por la palabra de su poder, la cual me llevó a auscultar la Biblia que es la fuente que almacena toda verdad del suceso de formación y estar del universo, y del cómo ha ido evolucionando a través de la única historia determinada no cuántica, contraria a la propuesta por Feynman, y cómo será el recorrer por el resto del Tiempo que le queda para su existencia (Siempre que en la determinación, esté determinado predecir) La preocupación de grandes hombres de ciencia en el intento de conocer como fue y como es y será el medio en el que se desarrolla el hombre, los ha llevado a crear y desarrollar leyes físicas, que explicaran el mecanismo dinámico del universo; ya desde siglos pasados han ido cada vez perfeccionando estas leyes acercándose y circundando más y más en torno a la ley establecida por Dios, y esto ayudados por la experimentación; de hecho sin poder llegar a ella en virtud al principio de indeterminación que es un iceberg frente al Titánic, o de la forma como la función matemática f(x)=1⁄x se hace indeterminado, cuando la variable x toma como valor al cero o al infinito. Lo mismo sucede con las leyes físicas creadas hasta hoy; crean indeterminismos adrede, las que no existen en la naturaleza, y esto por no tener forma alguna de hacer mediciones sin perturbar aquello que se quiere medir, y esto sucede porque se ignora voluntariamente a Dios, el creador de todo el universo (II Pedro 3: 5) Así nos sea imposible medir simultáneamente y con precisión, no es razón suficiente para considerar como principio físico que rige la naturaleza. Como conocedor del Dios vivo que está al cuidado de su creación, creo que es necesario y urgente buscar la guía de quien hizo este universo, tal que podamos estar seguros de las o de la ley que rige el universo en su completitud, desde lo aparente trivial hasta lo aparente complicado de la naturaleza. Esta ley o leyes, tienen que ser absolutas, el /las cual/es, rige/n las exigencias de la dinámica del universo, exento de probabilidades, porque lo perfecto, no contiene imperfecciones y la dinámica del universo no está con aproximaciones, todo lo contrario, está absolutamente determinado en perfecto funcionamiento, desde que fue creado, hasta el último instante de su existencia en el tiempo.El universo es dinámico, el contenido y el continente, están perfectamente sincronizados en todas las formas de movimiento que realizan. Pero ¿será debido a las fuerzas que generan la presencia de las masas en el universo? Si así es ¿cómo es que generan estas fuerzas? O ¿qué sucede en la estructura interna de la materia para ser fuente de fuerzas?El segundo motivo, es la consistencia entre la expresión literal de la Biblia y la expresión matemática; de la forma como la ciencia da una interpretación literal a las ecuaciones matemáticas, propongo desarrollar una expresión matemática a partir de la expresión literal de la Biblia, con el propósito de interpretar y entender la creación de nuestro universo. Creo que si se descubre esta ecuación determinista y absoluta, estaríamos en la capacidad de comprender los susurros que oímos de los caminos de Dios; sin embargo esto se logrará, sí y solamente sí; si nos sumergimos en el principio de la sabiduría, que consta del temor de Dios y el reconocimiento de la omnipotencia del creador del universo. Desde luego ya se tiene serias dificultades, pero con la esperanza en el autor de esta obra maestra diremos como el apóstol Pablo: Todo lo puedo en