¿Por qué confiar en la Biblia?
No creas todo lo que lees. Todo mundo sabe esto.
Entonces, ¿por qué confiar en la Biblia? ¿Qué se puede saber acerca de su confiabilidad histórica?
Historia
Aún más que otras religiones, el cristianismo se representa como historia. El cristianismo, en su esencia, afirma que algo extraordinario sucedió en el curso del tiempo--algo concreto, real e histórico.
En la Biblia, el Nuevo Testamento declara que un hombre llamado Jesús nació de una virgen. �l declaró ser Dios y realizó milagros tales como caminar sobre el agua y resucitar a los muertos. Fue crucificado en una cruz romana, resucitó de entre los muertos y ascendió al cielo para reinar como Rey del universo. ¿Podemos concluir con seguridad que estas cosas son verdaderas sin presuponer simplemente que la Biblia es "la Palabra de Dios"?
Una de las maneras que podemos investigarlo es abordar el Nuevo Testamento como una colección de documentos históricos que hablan por sà solos. ¿Pero son confiables estos documentos, históricamente hablando?
Contestar esta cuestión se requiere una serie de preguntas.
¿Nuestras traducciones de la Biblia son exactas?
Aunque el hecho de traducir de idiomas antiguos no es fácil ni sencillo, eruditos han estado trabajando en esto por siglos. Realmente sà es posible que ocurra comunicación genuina, precisa y correcta por medio de la traducción.
Existe discrepancia entre los eruditos sobre la mejor manera de traducir ciertas palabras y frases en el Nuevo Testamento que aparentan ser particularmente difÃciles. Las mejores traducciones de la Biblia reconocen estas dificultades, las cuales representan un porcentaje sumamente pequeño del contenido entero del Nuevo Testamento.
Además, podemos decir con confianza que ninguna doctrina principal de la ortodoxia cristiana se apoya en algún pasaje disputado o incierto. Sabemos lo que la Biblia dice y lo que significa.
¿Fueron copiadas con exactitud las fuentes originales?
Asà como con otros libros antiguos, se han perdido los manuscritos fÃsicos en los cuales los autores originales inicialmente escribieron el Nuevo Testamento. Pero tenemos miles de otras escrituras antiguas (en papiro, vitela y pergamino) con textos en el lenguaje original copiados de cada libro de la Biblia. Vienen siendo aproximadamente 5,400 fragmentos distintos en lo que se refiere al Nuevo Testamento, muchos de ellos son de los primeros tres siglos. Estos fragmentos nos permiten reconstruir, con inmensa confianza, lo que decÃan los manuscritos originales. (Como elemento de comparación: tenemos, por mucho, unas diez copias legibles de Las guerras gálicas de Julio César. Los fragmentos más antiguos están fechados 900 años después de los tiempos de César.)
Al comparar el contenido de las copias antiguas del Nuevo Testamento, unas con otras, encontramos una historia notablemente estable de la labor de hacer copias. En algunos pocos pasajes existe duda genuina acerca del texto original, tal como es reflejado por la gran cantidad de variantes. La gran mayorÃa de estas variaciones son leves e insignificantes, que a fin de cuentas no afectan cómo entendemos el significado en la Biblia. Ninguna doctrina de la ortodoxia cristiana depende únicamente de alguna porción del texto bÃblico que está en cuestión.
¿Estos manuscritos originales fueron las mejores fuentes de información?
¿Pero eran estos los documentos correctos que debimos examinar en primer lugar? ¿ExistÃan otros "evangelios" que contaban una historia diferente de Jesús pero que eran igualmente confiables?
De hecho, los únicos libros cristianos con fechas seguras del primer siglo son las que finalmente llegaron a formar el Nuevo Testamento--la mayorÃa de ellos ya eran reconocidos por l