La vida de Jesús F. Vásquez ha estado marcada por el deseo impetuoso de salir adelante, de progresar sin importar las dificultades o limitaciones que pudiera enfrentar.
Creció en un ambiente humilde, guiado por su madre y aconsejado sabiamente por su abuela, una de esas señoras que tiene el poder de influir positivamente en aquellas personas a las que rodea.
Desde muy joven dio muestras de liderazgo y amor por su patria. Aprendió a amar la honradez y esforzarse por ser un hombre a prueba de corrupción, algo que, lastimosamente, es absolutamente raro en estos tiempos, donde la dignidad tiene precio y la justicia se vende al mejor postor.
El amor a su patria, que está siendo carcomida por el cáncer de la corrupción, lo motivó a tomar cartas en el asunto, y elegir una posición activa para derrotar a las fuerzas nefastas que estaban pudriendo los cimientos de la sociedad: El narcotráfico y la corrupción política, que en algunos puntos se hacen indistinguibles los unos de los otros.
Tomada esta decisión, decide aceptar un trabajo ofrecido por la DEA, para obtener pruebas incriminatorias sobre algunos personajes importantes de la vida pública peruana, que, debido a su labor como piloto de avión, tenía en su círculo cercano.
Esta labor puso en riesgo su vida, y significa una amenaza real en la actualidad, pero esta situación, antes de detenerlo, lo motiva a seguir adelante. Su valentía y disposición ante la necesidad social del Perú se hacen apremiantes, y no hay tiempo para el egoísmo o la cobardía.
A lo largo del proceso ha tenido que lidiar también, como si no fuera suficiente lo que ya enfrenta, con la prensa mercenaria, corrupta y vendida al poder económico vigente.
Ha enfrentado calumnias, montajes (incluso algunos de amplia difusión, que posteriormente han sido desmentidos), amenazas de muerte y acusaciones y demandas, de las cuales ha salido airoso en todo momento.
Aunque ha recibido millonarias ofertas por su silencio, siempre se ha mantenido en su palabra, y sus declaraciones cuentan con amplia credibilidad en los entes nacionales e internacionales. Sus testimonios hacen parte de importantes procesos que han significado, incluso, la caída de candidaturas presidenciales y de altos funcionarios del gobierno, así como de empresarios corruptos.
Sus antecedentes judiciales están absolutamente limpios, tanto en Perú como en Estados Unidos, y es considerado uno de los peruanos más reconocidos y respetables ante la opinión pública internacional.
Es una fuente de consulta para muchos medios internacionales que buscan visibilizar la corrupción que, lastimosamente, vive nuestro amado Perú, ante la mirada cómplice e indolente de aquellos que, por seguir apegados a los beneficios del poder, venden a su pueblo por un plato de lentejas.
Este libro es el compendio de algunos de los procesos en los que el autor ha tenido injerencia directa y que son conocidos por la opinión pública. Algunos datos y testimonios han dejado de incluirse en el presente libro al tratarse de documentos clasificados que se encuentran activos en algunos procesos judiciales por narcotráfico y corrupción.
Sin duda alguna, este material servirá de inspiración para aquellos que hoy, cansados de ver sucumbir a su país en la constante cadena de destrucción, quieran alzar su voz para evitar que nuestra patria caiga irremediablemente en el abismo de la degradación social.