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"Desde el final del estado judío de la antigüedad hasta el comienzo del mando británico, el área hoy designada con el nombre de Palestina no era un país, y no tenía fronteras, sólo límites administrativos." - Profesor Bernard Lewis, Revista Commentary, enero de 1975
El conflicto entre israelíes y palestinos técnicamente tiene 69 años y continúa hasta la fecha, pero sus raíces se extienden por más de 2,000 años de historia. Con tanto tiempo e historia tras de sí, el proceso de paz en Medio Oriente se ha saturado de conceptos especializados, políticamente delicados, como derecho de retorno, fronteras contiguas, fronteras seguras, zonas desmilitarizadas y requisitos de seguridad, con diversos protagonistas como el Cuarteto, la Autoridad Palestina, Fatah, Hamas, la Liga Árabe, e Israel. Con el tiempo, se ha vuelto extremadamente difícil, incluso para políticos expertos sofisticados e interesados, entender todo esto.
Casi un siglo antes de que se fundara el estado de Israel en 1948, Palestina estaba bajo el control del Imperio Turco Otomano, formado principalmente por árabes. En la década de 1850, los judíos comenzaron a establecerse en pequeñas poblaciones a lo largo de las tierras que una vez formaron Judea y Samaria, mismas que los judíos consideraban como su antigua patria bíblica. Sus esfuerzos por adquirir tierras u propiedades estaban motivados por la intención de algunos judíos de ayudar a restablecer aquella tierra como la patria judía. Esos judíos se conocieron como sionistas, llamados así por (el monte) Sión, que a menudo se considera como una referencia a todo Israel, aunque en realidad se refiere a una parte de Jerusalén. Los sionistas intentaron establecer un Fondo Nacional Judío que ayudaría a los judíos a comprar tierras en Palestina para formar asentamientos judíos.
En 1947, los británicos delegaron el tema de la partición del Mandato británico a las Naciones Unidas, y la Asamblea General de las Naciones Unidas creó un Comité Especial para Palestina (UNSCOP, por sus siglas en inglés). La UNSCOP ideó lo que hoy se conoce como el Plan de Partición de la ONU de 1947. El Plan de Partición creó dividió dos estados poco probables, pero su intención era crear un estado de Israel en el que la población judía formara una mayoría de 55%, en tanto que Palestina tenía más de 90% de habitantes árabes palestinos. Mientras tanto, la ciudad de Jerusalén sería administrada internacionalmente, debido a las delicadas cuestiones religiosas que involucraban tant a musulmanes, como cristianos y judíos. Además de alojar varios lugares sagrados para los cristianos, la mezquita Al-Aqsa de Jerusalén es el tercer sitio más sagrado del Islam, y se halla situada justo al lado del Muro Occidental, el lugar más sagrado para los judíos.
El plan propuesto fue aceptado por la Agencia Judía, que representaba a los líderes de la comunidad judía en Palestina. Sin embargo, fue rechazado por los líderes palestinos dentro del Mandato, así como la recién formada Liga Árabe, una confederación de estados árabes del Medio Oriente liderada por Egipto, Líbano, Irak, Arabia Saudita, Siria y Yemen. Aunque el estado dividido de Israel hubiera tenido mayoría judía, el 67% de la población en el resto del Mandato británico después de la partición de Jordania era palestina, por lo que se consideró que el plan era injusto y daba ventaja a los judíos.
El 14 de mayo de 1948, el mandato británico expiró de manera oficial. Ese mismo día, el Consejo Nacional Judío emitió la Declaración de Establecimiento del Estado de Israel. Diez minutos más tarde, el presidente Truman reconoció oficialmente al Estado de Israel, y la Unión Soviética rápidamente también reconoció a Israel. Sin embargo, los palestinos y la Liga Árabe no reconocieron el nuevo país, y al día siguiente, los ejércitos de Egipto, Siria, Líbano e Irak invadieron el antiguo Mandato británico para s