El tiempo no se detiene, volvió a salir el sol aquel viernes, 15 de octubre del año dos veces veinte más uno, justo cuando se cumplía un año de haber vencido una batalla más en mi existir, algo que no esperaba enfrentar aquel año donde el veinte se repetía dos veces juntos. Para mí un 2020 remontado en tiempos cincuenta o sesenta años antes. Todavía eran días difíciles para el mundo entero como hasta ahora lo son, y más para mí, porque se complicaba el camino a seguir en aquellos momentos.
Pero al final la batalla fue vencida, y ya a un año de aquello, aquel 15 de octubre del dos mil veintiuno, y cuando también me encontraba en las cumbres altas, lugares donde son mis raíces, es que recordaba en plena actividad literaria a la que había sido invitado como escritor.
Necesitaba recordar con alegría a aquel 15 de octubre de año anterior, aunque las lágrimas se deslizaban por mis mejillas sin querer, o porque simplemente me caractericé por conservar un espíritu sensible, un corazón de niño como mis allegados en idioma originario me expresan, (wawa sonqo). En ese momento me propuse escribir la continuación de mi historia en un nuevo libro, rememorando aquellos hechos que fueron de profunda reflexión para mí, de fortaleza para mi vida y sé que será de enseñanza viva para ti que me lees una vez más.
-PARA VOLVER A NACER, con Sofía en un amanecer de marzo-, es una narración, la segunda parte de un libro anterior titulado: -Con Justina al alcance de la justicia-, escrito entre los años 2010 y 2016; y esta última que fue redactada en no más de tres meses, quizás una experiencia única por primera vez suscitada en mi trayectoria como escritor; porque generalmente un libro se escribe en años. Recuerdo que por ejemplo cuando me inicié en el campo de las letras, en teoría, mi primer libro escribí en doce años; y los que surgieron después, entre tres a cuatro años, incluso de seis abriles como fue con la obra, la primera parte de ésta que ahora llega a tus manos.
-PARA VOLVER A NACER, con Sofía en un amanecer de marzo-, es una obra de profunda reflexión y superación, con el cual mi deseo es llegar a tu vida, de esa manera seguir cultivando las letras bolivianas, desde mi perspectiva, siempre en contexto realista.
Gracias por leerme, muchas gracias por ser parte de mi mundo literario.