About the Book
Este libro bipolar, es, parte narrativa global, novela, reportaje periodístico, cuento, parte biografía múltiple, parte túnel ecléctico, sondeo descriptivo, circular, concéntrico o excéntrico, basado en hechos reales o irreales. Sea como sea, éste libro intenta encarnar, meterse en el organismo, en el pellejo, en las tripas, en el páncreas, en las vísceras de cada niño para auscultar el hambre, el abandono y la humillación de cada uno de ellos, de cada adolescente mara o pandillero que pululan por los cuatro costados de la patria o por las grandes urbes, por las calles sin número, por los barrios sin nombre y por todos los pueblos de la tierra. Fue necesario recorrer áreas marginales. Ver el vandalismo, el submundo, la bifurcación, el nihilismo, el capricho y la oclusión donde se mezclan o confunden el ser con el no-ser. Las calle dominadas por los mismos mareros que no son ellos mismos, sino otros porque mutan de piel, de pensamiento y de locura cada día, los barrios tomados, las colonias defendidas a cuchillo, palo y pistola en donde la policía no se atreve a entrar, el barranco, el despeñadero, el terreno quebrado para escapar cuando hay operativos conjuntos del ejército y la policía. Ver las casuchas confeccionadas de madera, lámina, nylon y cartón donde duermen el padre borracho encima de la madre encinta y dos cipotes y el hijo que ya no es cipote, sino pandillero que vende drogas, roba, atraca a los incautos para llevar el pan a la familia. Cuando ya no se regresa a casa es preocupante, hay que ir, bajar todos los días al puente, mirar el rio de aguas negras, a lo mejor un día, en la mañana o en la noche se mire flotar el cadáver de algún desconocido o al hijo que lo llorara su madre. Todos tenemos, algún día, que ir en contra de la corriente y contra la historia falsa. A varios de los entrevistados les prometí publicar sus relatos desgarradores, trágicos, conflictivos, de locura, de odio, de venganza o de rebeldía contra éste orden social podrido. Soy portavoz, vaso, médium de todas sus aberraciones. En estos tiempos hipócritas es necesario poner el dedo en la llaga para volver a retomar un mundo nuevo. Sin embargo, para poder dar una versión exacta o aproximada fue necesario el fruto de años de numerosas entrevistas y la recopilación de testimonios amparados en las leyes y códigos del anonimato. Debido a su lenguaje polarizante, vulgar, atropellador, vergonzoso, irreverente y hediondo a heces, no se recomienda ser leído por fanáticos religiosos, ni moralistas de éste siglo.