A través de la historia, muchas injusticias se han cometido en el mundo y una de ellas es sin lugar a dudas la del pueblo palestino, que para suplir el sufrimiento de otro pueblo el judío que padeció el holocausto, pagó las consecuencias de verse despojado de más de la mitad de su territorio en el antiguo protectorado británico de Palestina, que decidió la ONU para dar una nación a los judíos. Basándose en factores históricos y religiosos, que estuvieron allí 2000 años antes. Se desencadenó una guerra en la cual los palestinos no veían bien verse despojados de más de la mitad de su tierra. Israel llevó las de ganar, al contar con un fuerte apoyo del Lobby Judío norteamericano, aumentando su territorio inicial que era del 55% de Palestina británica, pasando a tener el 78% acordado en el armisticio de 1949. Pasando el 22% restante del territorio palestino árabe a ser administrado por Egipto y Jordania. En 1967 se desató la guerra de los 6 días, en la cual Israel ocupó, Cisjordania, Gaza, Jerusalén Este, el Sinaí y los altos del Golán. Devolviendo años después parcialmente algunos territorios, quedándose con Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este además de los altos del Golán de Siria. Con el objeto de dotar a los palestinos de un Estado la ONU asignó Cisjordania, Gaza, Jerusalén Este, como el territorio de dicho Estado. Pareciendo inverosimil, que el sionismo judío, que tanto padeció los horrores del holocausto, fuese a emplear la misma crueldad con los palestinos, negándoles el derecho a tener un Estado en solo 6240 km2, cuando Israel se quedó con 22.145 km2 de la antigua Palestina británica. En su fanatismo religioso, argumentan que esa zona que ellos llaman Samaria y Judea, fue de ellos hace 2000 años. Con lo cual dan por justo que el pueblo palestino no tenga un Estado y queden supeditados como ciudadanos de segunda clase dentro del Gran Israel. Saben que tienen al tío Sam, que les protege contra cualquier resolución de condena de la ONU con su poder de veto, además de seguir con su política de asentamientos con colonos ilegales, con la finalidad de hacer inviable y obstruir la posibilidad de la paz con dos estados. La comunidad internacional, condena su política de confiscación y apartheid contra los palestinos, pero solo de boca, pues es obvio que, si hubiese voluntad de justicia, forzarían a Israel a retirarse. Pero ellos siguen cometiendo todo tipo de atropellos y saltándose e incumpliendo las resoluciones de la ONU.