Estás frente a una colección que incluye 3 libros escritos por Rocio Verdejo.
A continuación te dejo las descripciones de las obras:
Vikingo Dominante: Conquista, Romance y Sexo con el Luchador
Para los Vikingos era normal tener esclavos.
Era normal demostrar tu superioridad.
Era normal tomar lo que podías.
Y que tu derecho fuera tu fuerza.
Aria era una simple campesina.
Y hubiera terminado como una esclava.
Auron, en cambio, la hizo su esposa.
Habia matado a su anterior marido...
... pero este era un maltratador.
Ahora, Aria debía ser fuerte. Crecer.
Y por supuesto complacer. Con gusto.
Mordisco Letal: Romance Oscuro con la Vampiresa y el Millonario
Julia era una depredadora.
No en vano, era una vampiresa.
Con significativa edad, por cierto.
Aunque parecía ser joven y bella.
Objeto de deseo, de hecho.
Y esa era su carta para sobrevivir.
Ser la ama de millonarios.
Y aprovecharse de ellos.
Había placer involucrado, obviamente.
De todos los tipos. Para ambas partes.
Y los elegía bien. Jóvenes, guapos, sexys.
Como ella era.
Ahora era el turno de Arturo.
Pero ahora, todo iba a cambiar.
Por primer vez, no iba a cambiar con la muerte.
Iba a empezar con ella.
Muerte: Amor desde la Tumba
Alfredo fue un empresario de éxito.
Y una vida de aun mayor envergadura.
Una esposa perfecta. Una gran mansión.
Una gran empresa. Una vida ideal.
Hasta que su esposa contrajo cáncer.
De pulmón... y cayó en coma.
El único que fumaba era él.
Cuando ella se fue... todo cayó.
Alfredo no tardo en fallecer.
Quizá de pena.
Al final, el mismo se quitó la vida.
Ningún lujo tenía sentido sin ella.
Ninguna vida tenía sentido sin ella.
Y cuando el abandono... ella despertó.
Desde el más allá, Alfredo lo vio.
Y ya no quería estar volvió.
Volvió, contra los designios de Dios.
Su precio... su alma. Y su rostro.
Con la cara de la misma muerte.
Y la necesidad de alimentarse.
Ahora necesitaba almas para seguir ahí.
Pero también para curar a su mujer.
Podía quitar vida, pero también darla.
Pero no así.
Alfredo necesitaba recuperar su rostro.
Necesitaba sanar a su mujer.
Necesitaba recuperar su vida.
Necesitaba besar y abrazar a su mujer.
Hacerla el amor.
Pero todo ello... costaba almas.
Y en algún momento tendría que parar.
