Operación Mula de Balaam es una divertida sátira que reinterpreta en versión moderna la historia bíblica de Balaam, el vidente que fue contratado para maldecir a los israelitas, pero que terminó bendiciéndolos en su lugar. Ambientada en el mundo moderno, la novela ofrece un mordaz comentario sobre el movimiento BDS (Boicot, Desinversión y Sanciones), que busca deslegitimar a Israel mediante falsas acusaciones de apartheid, genocidio y otros abusos contra los derechos humanos.
El autor emplea hábilmente la técnica literaria del roman à clef, fusionando ficción y realidad para crear una narrativa que refleja los eventos políticos actuales. A través del humor y la aguda ironía, la novela expone la hipocresía y la absurda lógica de las campañas anti-Israel. Muchos de los personajes del libro, aunque ficticios, son representaciones apenas disfrazadas de figuras reales, lo que permite a los lectores reconocer los paralelismos entre el mundo ficticio de la novela y el paisaje geopolítico actual.
Uno de los personajes centrales es George Tzures, un financista que orquesta una campaña de difamación contra Israel. Claramente inspirado en George Soros, el controvertido multimillonario conocido por financiar organizaciones anti-Israel y pro-palestinas, Tzures en la novela contrata a un equipo de académicos, activistas y figuras mediáticas para difamar a Israel y propagar falsedades sobre sus políticas, un reflejo de las contribuciones reales de Soros a causas anti-sionistas.
Otro personaje clave es el profesor Asher Reubeni, un ideólogo anti-sionista con una ferviente agenda pro-palestina. El personaje de Reubeni está inspirado en el profesor Ilan Pappe, un historiador conocido por sus críticas radicales a Israel y sus intentos de reescribir la historia del conflicto israelí-palestino. Al igual que Pappe, Reubeni es presentado como un académico que distorsiona los hechos históricos y los adapta a su agenda política. Autoexiliado en una pequeña universidad provincial en Inglaterra, Reubeni es retratado como un hombre que ha renunciado a la integridad académica para impulsar una narrativa de victimización y opresión, con Israel como el villano eterno.
Operación La Mula de Balaam no solo se burla de los individuos detrás del movimiento anti-Israel, sino que también expone el engranaje más amplio de las campañas de deslegitimación. La novela pone de relieve cómo activistas, políticos y medios de comunicación, muchos de los cuales afirman defender los derechos humanos y la justicia, utilizan la indignación selectiva, la desinformación y los dobles estándares para empañar la reputación de Israel en el escenario mundial.
A través de su lente satírica, la novela recuerda a los lectores el paralelo histórico con la historia de Balaam: así como la maldición de Balaam se transformó en bendición, los esfuerzos orquestados para dañar a Israel solo sirven para fortalecer su resiliencia y su posición en el mundo. El autor explora la ironía de cómo los intentos de deslegitimar a Israel a menudo fracasan, revelando las verdaderas intenciones de sus detractores y galvanizando el apoyo a favor del Estado judío.
En su esencia, Operación Mula de Balaam no es solo una sátira política, sino una exploración más profunda de la verdad y la moralidad en la era de la propaganda. Invita a los lectores a reflexionar críticamente sobre las narrativas que encuentran, particularmente aquellas dirigidas a demonizar a toda una nación. Al recurrir a la alegoría bíblica y la controversia política moderna, la novela crea un comentario rico y multifacético sobre la batalla continua por la verdad en un mundo plagado de desinformación.