Esta es la historia de un italiano que se fue a vivir a Tenerife en busca de una nueva vida y de otras respuestas. Sin embargo, inesperadamente, un día ocurrió algo maravilloso que despejó todas las preguntas y la credibilidad de quien se las cuestionaba.El autor no es ni un maestro, ni un escritor profesional, aún así, ha sido vehículo para que naciera un breve y sencillo texto, inspirado desde el corazón y escrito en menos de un mes.Se presenta aquí un libro que habla de la vida, de las mentiras que nos gusta contarnos y de la Paz que, aún así, se halla siempre presente y disponible. Aquí encontrarás el relato informal de un amigo que un día, sentado en el banco en un parque, mientras buscaba tabaco en su bolso, acabó encontrando a Dios.
About the Author: Nacido en 1973 en un pequeño pueblo del sur de Italia, desempeñó, por un buen tramo de su vida, el papel que le reclamaba ese peculiar contexto sociocultural. En un trasfondo fuertemente católico, vivió una existencia normal y corriente cursando sus estudios, licenciándose y llegando por ende a trabajar como geólogo. Cuando su madre enferma de alzhéimer, de repente su vida empieza a complicarse: atraviesa una grave crisis económica, su matrimonio fracasa y finalmente deja su trabajo. Todo este sufrimiento lo induce a reconsiderar el sentido de la vida y su valor. Empieza así su búsqueda espiritual que, si en un principio asumió la expresión de un firme ateísmo determinista, en seguida se volvió a una forma más ortodoxa, pasando por las lecturas New Age, la alquimia y el zen, hasta por fin llegar al advaita. Aunque fascinado por los experimentos de D. Harding y la claridad de los autores neo-advaitines, no consiguiò liberarse de esa inquietud y tormento que la búsqueda le generaba. Hasta que un día sentado en el banco de un parque... "Todo era un continuo brotar de la misma Fuente, con una frescura y una vivacidad similar a la de un pez que salta de la superficie del mar, para luego volver a él y desaparecer para siempre. Las "diez mil cosas" surgían de la Conciencia al ritmo de una danza sin fin y, como tal, con el único propósito del disfrute de este movimiento." A pesar de los asombrosos acontecimientos, Leo Carcaiso no se considera ni un maestro capaz de ofrecer "perlas de sabiduría", ni un profesor que ilumine un debate sobre la metafísica. Se ve a sí mismo como un simple objeto en la Conciencia, la cual, un día, le reveló su verdadera naturaleza. Actualmente vive en Tenerife (islas Canarias) y lleva una vida sencilla con su compañera y amigos.