Excerpt from Obras Escogidas de Don J. E. Hartzenbusch

No es esta la ocasion de discutir sobre la conveniencia ó no couve niencia de las refundiciones de comedias antiguas ya traté este punto con alguna extension al dar cuenta en el Heraldo (véase el del 9 de julio de 1844) de la que hizo el mismo señor Hartzenbusch del Médico de su honra, de Calderon. A aquel articulo remito al lector, si me es lícito citar como de algun'peso mi pr°pia opinion que, en suma, les es favo rable siempre que reunen las circunstancias debidas. Cierto que no es poco lo que puede decirse y se dice contra las refundiciones pero todos esosargumentos en contra, se puede responder con uno en pro que en mi concepto no tiene réplica 6 hemos de renunciar ver en la escena una multitud de admirables composiciones antiguas, que como las cribienon sus autores, no se pueden representar 6 es preciso refundir las; y como no creo posible probar que debamos renunciar á verlas te presentadas, probado se está que es necesario refundirlas. Es difícil, muy dificil hacerlo; esto no es mas que una razon entre mil para que no se encarguen de tan arduo trabajo sino hombres capaces de llevarlo á cabo con acierto. El señor Hartzenbusch lo ha hecho en varias ocasio nes, y su mismo ejemplo justamente un argumento en apoyo de mi opinion arriba citada, y una prueba de la utilidad que reportan de tales trabajos ios ingenios que se dedican ellos con aplicacion y conciencia. Ya he dicho y evidente que al profundo estudio de nuestro antiguo teatro que ellos han impuesto al señor Hartzenbusch, debe este poeta gran parte de ese sabor castizo, de ese grande interés y de esa singular maestria en la pintura de los caracteres que distinguen á la mayor parte de sus obras.

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