About the Book
Encontrarás en estas lineas un conocimiento profundo del rol de San José, en el plan de salvación, un enfoque Mariano y Eucarístico. Cuenta el Evangelio que un día se acercan a Jesús, Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: Maestro, queremos, nos concedas lo que te pidamos. Él les dijo: ¿Qué queréis que os conceda? Ellos le respondieron: Concédenos que nos sentemos en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús les dijo: No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el bautismo con que yo voy a ser bautizado? Ellos le dijeron: Sí, podemos. Jesús les dijo: La copa que yo voy a beber, sí la beberéis y también seréis bautizados con el bautismo conque yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para quienes está preparado. Cf Marcos 10:35-40.En el Reino de Dios, aquellos que son últimos según los criterios del mundo, son los privilegiados, los humildes, sencillos, puros, los generosos, los misericordiosos, los que han padecido por el bien, la justicia y la paz, serán quienes reinarán con Jesucristo, estos puestos de honor que piden y aspiran Santiago y Juan Dios los ha reservado ¿para quienes está preparado? Únicamente para San José y La Virgen María, ellos ya aparecen desde Belén, a los lados de honor del gran Rey de Reyes y Señor de señores, es José el heredero de la corona de David, en quien se cumplen todas las peticiones de los patriarcas y profetas, ver nacer al Salvador al Mesías El Señor, Dios prometió desde antiguo a Abraham, Isaac y Jacob, una descendencia eterna, en el Salvador, Isaías lo profetiza para el Pueblo de Dios, El Emanuel (El Dios con nosotros) el Príncipe de Paz, el Rey Eterno. ¡Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos, ni en la senda de los pecadores se detiene, ni en el banco de los burlones se sienta, mas se complace en la ley de Yahveh, su ley susurra día y noche! (Salmos 1:1). En la visita de los reyes de oriente, quienes vienen a adorar al recién nacido Rey, allí está en brazos de la Virgen y San José, el deseado de las naciones, en el hogar de la humildad, caridad, castidad y el silencio, la Familia de Nazaret, el mejor reflejo de la Santísima Trinidad en la Tierra, la imagen y semejanza de del la Augusta Trinidad donde crece el Verbo eterno de Dios. La luz se alza para el justo, y para los de recto corazón la alegría. (Salmos 97:11). "Bendito sea aquel que fía en Yahveh, pues no defraudará Yahveh su confianza. Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni se retrae de dar fruto". (Jeremías 17:7-8). Además tendrás oraciones para confiarte a este santo Patriarca de la Sagrada Familia.José dulcísimo y Padre amantísimo de mi corazón, te elijo como mi protector en vida y en muerte; y me consagro a tu Castísimo Corazón, en recompensa y satisfacción de los muchos días que inútilmente he dado al mundo, y a sus vanidades. Yo te suplico con todo mi corazón, que por tus dolores y goces me alcances de tu adoptivo Hijo Jesús y de tu verdadera esposa, María Santísima, la gracia de emplearlos a mucha honra y gloria suya, y en bien y provecho de mi alma.Alcánzame vivas luces para conocer la gravedad de mis culpas, lágrimas de contrición para llorarlas y detestarlas, propósitos firmes para no cometerlas más, fortaleza para resistir a las tentaciones, perseverancia para seguir el camino de la virtud; particularmente lo que te pido en esta oración y una cristiana disposición para morir bien.Esto es, Santo mío, lo que te suplico; y esto es lo que mediante tu poderosa intercesión, espero alcanzar de mi Dios y Señor, a quien deseo amar y servir, como tú lo amaste y serviste siempre, por siempre, y por una eternidad. Amé