En el viaje que realice al pueblo maravilloso de Francisco Ibarra Puebla en compañía de mí amigo Francisco Pontigo y en el cual me presentó a su amigo Bertario fue extraordinario, disfrutamos de un paseo lleno de muchos eventos que jamás me imagine vivirlos en carne propia, sin embargo me gustan las grandes aventuras.
Tuvimos que circular por una carretera de terracería con grandes dificultades y atravesar un bosque lleno de sorpresas inesperadas, una de ellas fue ver la silueta de un personaje muy famoso que cuando usted se vaya introduciendo en la lectura podrá darse cuenta de quien le estoy hablando, usted ira sintiendo poco a poco un miedo incontrolable.
Enseguida tener que pasar frente a la entrada del panteón del pueblo, a media noche no es recomendable para nadie, en el centro había un árbol y en sus ramas unas aves negras, ahí ocurrieron diversos eventos a través de dos sueños que tuve y les dieron vida a personajes famosos y sanguinarios.
Conocimos de las tradiciones y costumbres del pueblo las cuales son maravillosas, una de ellas sucedió el 2 de febrero, el día de la santa patrona del pueblo la virgencita de la candelaria, una extraordinaria procesión con mucha devoción, por parte de los vecinos del pueblo así como de sus visitantes.
Las frutas y verduras que se cultivan ahí, sus habitantes se encargan de trabajar la tierra y siembran varios productos, como maíz, frijol, calabazas, chilacayotes, cacahuate, variedad de chiles, magueyales, entre otras cosas fue lo que pude ver en mi visita a Francisco Ibarra.
También cuando fuimos de cacería a altas horas de la noche, los tres tuvimos una experiencia desagradable al escuchar los gritos de varias personas que perseguían a un coyote, o al menos eso era lo que parecía.
Luego se presentó ante nosotros una criatura extraña transformada en un animal de aspecto espeluznante, ojos brillantes y grandes colmillos que nos hizo temblar de miedo.
Descubrirán la existencia de diversos personajes que son protagonistas de leyendas urbanas mexicanas y que tuvieron cabida en mis sueños.
Después de disfrutar del baile del pueblo, de regreso a la casa y muy cansado, caí en un sueño el cual estuvo lleno de muchas muertes desgarradoras de los habitantes del pueblo de Francisco Ibarra en manos de unos seres sanguinarios.