El niño del rifle es una crítica profunda y oportuna a los jóvenes que se dedican a la violencia sin sentido contra la naturaleza. Sus acciones a menudo no son por elección, sino más bien por la falta de opciones prescritas. El autor, Jaime Bedoya Martínez, captura vívidamente la energía caótica de los niños mientras exploran sus alrededores. Como un apasionado devoto de la naturaleza y su importancia en nuestras vidas, Jaime describe la tragedia cuando el pensamiento ocioso se asocia con la tendencia humana a destruir, no malévolamente sino ciegamente. El lector agonizará cuando los escolares -presumiblemente inocentes, sensibles, morales- maten a aves indefensas por jugar un juego y demostrar su valía. Uno se enfurece por la falta de remordimiento que estos "monstruos" muestran infligiendo un dolor brutal?El genio del Sr. Bedoya es su habilidad para provocar emociones crudas en el lector y desenmarañar metódicamente la idea preconcebida sobre la motivación y las creencias del antagonista. Es fácil quedar atrapado en la moralidad del sadismo percibido. La realidad es que no están actuando por pura malevolencia, sino que su crueldad está más allá de su control personal. Bedoya argumenta que sus acciones emanan de la falta de conciencia, la adhesión a la tradición ciega y, lo que es más importante, de la hiperalimentación de los padres y la disciplina limitada aplicada a la juventud moderna. El escritor plantea que gran parte de lo que nos lleva a ello se basa en un pasado medieval, pero la paternidad se aplica en la creencia moderna de que los niños deben ser protegidos a toda costa. Esta mentalidad paradójica está en conflicto y ha alimentado una cultura de violencia como forma de negociar nuestras experiencias.Es entonces cuando este escritor nos lleva al momento de la redención disponible para todos nosotros. Porque no es a través del castigo sino a través de una epifanía que lleva al niño protagonista, Patricio, a guiar a sus amigos a renunciar a matar por la virtud de respetar a los vivos. Al darse cuenta de la culpa de su sistema de creencias, se comprometen a destruir sus herramientas de destrucción. Este nuevo intelecto no pasa desapercibido, ya que un maestro de escuela, mentor, hombre sabio celebra y fortalece su causa.Cuando una deidad mágica aparece y entremezcla todas las emociones y pasiones provocadas por esta narración, Patricio y sus amigos se dan cuenta de la gloria de vivir y dejar vivir. Son guiados en una aventura en la que resucitan a todas las aves que han matado por negligencia y encuentran la verdadera alegría de la existencia. El punto sobresaliente del libro es que sólo a través del autoconocimiento se puede respetar el mundo viviente que nos rodea.El libro es una montaña rusa de emociones y creencias, lo que queda claro en la conclusión es la necesidad de tomar decisiones de vida basadas en la introspección y no en lo habitual. Para aquellos en el negocio de la educación, la crianza de los hijos o cualquier otra actividad en la que la tutoría es parte de la misión, este es un trabajo importante y relevante.