About the Book
Más de mil cadenas te pueden atar, y te podrán esclavizar... Pero tal vez, sólo serás esclavo, de lo que amas y a quien amas, sólo por el hecho mismo de amarlo. Más de mil leyes pueden romper tu libertad, y no respetar tus derechos... Pero tal vez, sólo serás esclavo, de quien te ama, sólo por el hecho mismo de amarte. *********** En algún rincón de este mundo, hoy, alguien, va a dejar de llorar..., porque lo que destruyeron..., se ha vuelto a concebir. Delirios de lucha sin razón..., vuelve otra vez a fracasar, y nacen de nuevo, criaturas..., para volver a existir. Y tú..., una vez más, estás allí, observando el largo y ancho horizonte, sin temor. Una vez más, tú..., estás aquí, en el largo e interminable camino, en pie, con valor. Porque así quieres encontrar tu camino, un futuro donde tanta ira, no vuelva a rugir... Porque buscas incansable, tu destino, una vida nueva para tus hijos... Dejando este absurdo..., combatir. Vicente V. Solera.
About the Author: La inspiración puede ser una misteriosa luz que nos visita, nos toca, se mece en los ojos, corre por los caracoles del oído, y después en silencio marcha para encontrar su sitio en el papel. Muchas veces busqué, como muchos, una servilleta en la mesa de un bar e intentar escribir ese verso perfecto, para que dejara de ser sombra y convertirlo en luz... Algunas letras, se quedaron atrapadas o tal vez se escaparon para derretirse en el fuego del tiempo. Pero muchas veces me propuse darles forma, y me vestí de lo que nunca fui..., y empecé a tallar y tallar, hasta que el brillo empezó a impregnarse por los rincones de la mente, cuando ésto sucede, empiezas a enamorarte del sonido que tiene la frase o el verso, y la música que lleva dentro, el olor que despide cuando golpea contra el árbol o contra el viento, y miras asombrado, como se entremezclan las palabras con la tierra, con el agua, se mezclan entre la multitud y rompen el silencio de las montañas. Nací el 17 de diciembre del 1.961. Valencia- España. Soy un escritor imperfecto, pero sigo construyendo alas..., dos caminos, tal vez, sobre el principio de ningún final..., y me siento a la orilla del amanecer y reflexiono, que lo mejor aún está por llegar, abro la ventana y dejo libres a los pensamientos, para que vuelen hacia un horizonte sin fin..., y tengan oportunidad de existir y fecundar... Encontré mi camino al lado de la palabra, así vive conmigo, como otro corazón que late, como otro ser vivo, y me hace dibujar, lanzar el sentimiento hacia el exterior, y al mirarla, me embelesa, como la tierra, como el mar, como el cielo..., como Dios... Vicente V. Solera.