About the Book
Todos nos equivocamos en la vida, pero no somos conscientes que las decisiones que tomamos desata una cadena de consecuencias, y que una mala decisión por lo general te llevará a otra mala decisión.
Por ejemplo: si mentimos por alguna situación, llegará el momento que, para mantener esta mentira, tendremos que decir otra, y esta otra, a su vez te llevará a otra mentira, hasta que ya te vez hundido en un mar de circunstancias que traerá muchos problemas cuando todo salga a luz, o bien te llenará de frustración el vivir cargando con esto, entendiendo que, si se llega a saber la verdad, tendrás graves consecuencias.
Y esto pasa absolutamente con todas las decisiones que tomamos en nuestra vida, depende de ellas obtendremos la cosecha, sea para bien o para mal. Pero en muchas ocasiones, existen momentos en que, nos cuesta discernir qué será lo mejor entre las opciones que tenemos que elegir, ante alguna situación, y hay que, pensar con detalle cual será el mejor camino. Analizamos con cautela cada posible consecuencia de esa decisión que se toma, a veces acertamos, y otras nos damos cuenta que la mejor opción era el camino que no elegimos.
Esto es común y normal en casi todos los seres humanos, la duda en la toma de decisiones, grandes y pequeñas como, ¿Qué estudiar? ¿Qué cocinar? ¿Si tomar un trabajo o no? ¿Si contar alguna situación; para que alguna persona sepa la verdad?, o si traerá consecuencias adversas, ¿Si le hablamos a alguien o no?, En fin, cada día de nuestra vida, desde que empezamos a tener raciocinio, que según estudios es entre los seis y siete años, la edad en que ya el niño empieza a tener uso de la razón, ya de esto dependerá el resto de nuestra vida; en la toma de decisiones y lo que será mejor para nuestro beneficio.
¿Pero, qué pasa cuando nos cerramos solo a un pensamiento y no vemos más allá, de un único camino posible? Aunque este sea perjudicial, falto de ética, y falto de amor propio.
Cuando pensamos que solo existe una única opción, aunque esto sea algo que no deseamos para nosotras y nos haga infelices. O incluso cuando las decisiones que tomamos siempre son en beneficio de otros, aun sin darnos cuenta, interponiendo nuestra propia felicidad, salud mental y espiritual.
¿Y que, cuando residimos en las decisiones erróneas, una y otra vez, y no comprendemos consejo ni razón alguna?
Desde mi propia experiencia con este libro y las historias aquí planteadas, quiero que entendamos un poco, el porque nos pasa; que reincidimos en la mala toma de decisiones, que es, lo que nos lleva a actuar con tanta falta de sabiduría, y aún más, que comprendamos porqué a veces solo vemos, un único camino posible, para una solución, aunque esta traerá con ellas circunstancias adversas, segándonos por completo a las otras posibilidades, para salir adelante en determinados momentos de nuestra vida.
En mi canino, he tenido la oportunidad de encontrarme con muchas mujeres, todas y cada una en tiempos diferentes, pero, sin embargo, cada una de ellas con historias similares incluso a la mía, y al igual que yo han sufrido situaciones en las cuales, debemos trabajar las emociones para cambiar la forma de ver las cosas y abrirnos a diferentes posibilidades de solucionar un problema. Aunque he cambiado los nombres y algunos detalles con el fin de guardar anonimato, estos relatos servirán de ejemplo y podremos hacer comparaciones y un análisis del porque la mala toma de decisiones frecuentes, de donde proviene esa falta de raciocinio y sus consecuencias. Yo misma, cuento mi historia en el libro La Educación de tus Hijos, Reconociendo los Errores Familiares En lo Espiritual, Para Guiar su vida con Sabiduría. Para que el lector al igual que aquí, compare y escudriñe, y pueda analizar en qué área tiene que trabajar con respecto a sus emociones dañadas.