El libro de Andrew Murray en inglés: "The Master's Indwelling" (1896), nunca ha sido traducido al español, por lo que nos encontramos aquí con una obra íntegra e inédita, que solo puedes adquirir a través de Amazon.

Este maravilloso libro de Andrew Murray (1828-1917), es una obra sin igual de este gran hombre de Dios del siglo XIX. En inglés, es hoy por hoy uno de los libros más solicitado de este autor, dada la profundidad y la ayuda espiritual que el mismo brinda en la búsqueda de Dios de todo creyente sincero. Esta edición en español, es completamente íntegra a la edición original en inglés, con algunos valores agregados, como: notas explicativas a pie de página y abundantes referencias bíblicas.

Hay que decir que, dada la profundidad de este libro, en contraste con nuestra carencia espiritual contemporánea, son muy pocos los que han logrado captar la secuencia lógica, que cada uno de los trece capítulos que componen este libro tienen. Pero dicho pensamiento es verdaderamente sublime:

Todo el libro gira alrededor de Efesios 3:17, como versículo clave: "para que Cristo haga Su morada por medio de la fe en vuestros corazones" (cf. Juan 14:23).

Ya entrando en la temática. Murray nos habla primero de los dos tipos de creyentes: espirituales o carnales; esto, como una llamada de advertencia a no quedarnos estancados en la vida cristiana, sino a avanzar en la misma, para coronar el propósito por el cual Cristo ganó nuestra redención; luego, nos conduce a que veamos el lado más peligroso de la carne: el 'yo', la vida propia; el lado bueno y religioso de la carne; y, por lo tanto, el más sutil y peligroso, que mantiene a muchos buenos creyentes sumergidos en la carnalidad, sin que ellos tan siquiera se den cuenta.

Si hemos de librarnos de la vida propia, necesitamos dejar de lado nuestro esfuerzo propio, y simplemente esperar en Dios; si esperamos en Dios en medio de todas nuestras circunstancias, podemos alcanzar el reposo de Dios, pues recordemos: que "el que ha entrado en Su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las Suyas" (Hebreos 4:10). Si entramos en este reposo divino, tendremos la certeza de que buscaremos primeramente el Reino de Dios y su justicia (Mateo 6:33), disfrutando así de Cristo como nuestra vida (Colosenses 3:4) y como nuestro vivir (Filipenses 1:21), es decir, que andaremos como Él anduvo (1 Juan 2:6). Y ese andar de Cristo se caracterizó principalmente por dos cosas: por Su humildad y por la entrega total de Su vida a Dios (Filipenses 2:8).

Si llevamos tal vida en esta tierra, estaremos dispuestos a morir con Cristo, como la consumación de las dos características anteriores, así como ocurrió en el caso de Jesús. Solo al aprender a morir con Cristo, entraremos en el pleno disfrute del gozo del Espíritu Santo; como Cristo gozó de Él en la ascensión, al ser ungido por Dios "con óleo de alegría más que a [Sus] compañeros" (Hebreos 1:9; cf. 1 Corintios 12:12-13; Hechos 2:33).

Si logramos llevar tal vida cristiana, que es la vida única y original que Dios planeó para cada uno de Sus hijos en la eternidad; entonces, obtendremos el triunfo de nuestra fe, es decir, la fe que recibe. Y esta fe recibe, porque es el Espíritu, quien hace real al Maestro en nuestro interior, quien intercede por nosotros con gemidos indecibles (Romanos 8:26). Solo tal vida y tal vivir de los hijos de Dios, puede llevar a la obra de Dios a su consumación final, que es: que Dios sea todo en todo (1 Corintios 5:28). Esta es la verdad intrínseca detrás de este maravilloso libro, esta es la obra interior que el Maestro Divino lleva acabo en la actualidad en cada uno de Sus discípulos (Filipenses 1:6).

¡Un fascinante libro, que no debes dejar de leer!