MARTINA DAMA DE PICASLola es una joven de 35 años que ha huido a la isla que ha menudo la rescata de sus incertidumbres Ibiza, para descansar y tratar de recuperarse del tremendo desengaño amoroso que la ha llevado por un camino de decepciones y pérdida de su propia voluntad durante demasiado tiempo.
Allí el sosiego y la apacibilidad del paisaje contrasta fuertemente con el sentimiento que se resiste a dejar de revolverse en sus entrañas tratando de entender qué es lo que hizo mal en una relación en la que había puesto todas sus esperanzas y que, como tantas otras, había llegado a su fin, aunque por unos motivos mucho más complejos de manejar, por cuanto la sociedad aún no estaba demasiado preparada para recibirla y por el carácter atormentado que se había revelado progresivamente en su pareja.Quien la ayudará a salir de esa espiral de desesperación y castigarse recordando lo que más daño le ha hecho en la vida es la vieja Marie, una señora francesa que había hecho de aquel rincón marítimo su hogar para disfrutar de los años de jubilación, y cuya sencilla terapia no es más que la de amiga paciente, llena de calma y simpatía, que la escucha siempre que ella siente la necesidad de desahogarse, contándole la historia de su adorada Martina.Lola había llevado una vida completamente normal hasta que conoció a Martina, una viuda italiana de mucho atractivo que la hizo conocer una de las relaciones más íntimas y sensuales que se puede establecer entre dos mujeres, dos amigas, hastiadas de la vida y a las que disfrutar del día a día manteniendo un secreto tan fascinante como el amor que va germinando entre ambas. Esto las ayuda a respirar en el epicentro de una rutina marcada por el agobio laboral, la soledad de las grandes ciudades y la adicción de Martina al juego y el lujo (concretizado en los casinos de más nivel y señorío del país), como mal mayor que será leitmotiv a lo largo de la novela, por la manera en la que irá definiendo su relación, primero ligeramente, como un pequeño incidente sin demasiada importancia que Lola pasa por alto para no castigar la personalidad vulnerable de su amada, hasta convertirse en una drástica tragedia que comenzará a separar el estrecho pero frágil vínculo que las había unido.Martina estaba enganchada al juego y cada vez que perdía grandes cantidades de dinero tenía ataques de rabia y depresión, que aliviaba dañando a Lola de la forma en la que sabía que más hondo la dañaba, que era en su propia relación, ignorándola y desapareciendo durante un tiempo, en el que no daba señal alguna de vida. Cuando ya no podía evitar que Lola ignorara su punto débil, trató de meterla a ella en su círculo de conocidos, representados por el millonario don Juan (enfermo de Parkinson) que les pagaban considerables cantidades de dinero por el mero hecho de acompañarlos y darles buena suerte, así como de viajar con ellos cuando iban de vacaciones. Lola acaba haciéndose muy buena amiga de don Juan, ya que ambos tienen muchos intereses en común, pero esto despierta unos enormes celos en Martina, que poco a poco irá profundizando su adicción al juego, tendrá graves crisis de ansiedad, tras las cuales tiene la costumbre de desaparecer durante un tiempo, causándole graves dolores a Lola que, harta de su comportamiento y de la tendencia de Martina de irse con otros hombres cuando estaba enfadada, acaba echándola de casa para por fin descansar de aquella tortura psicológica a la que estaba sometidaLa novela está escrita con un estilo sencillo y natural, por lo que su lectura resulta fácil, permitiendo una lectura agradable y realmente entretenida, basada en hechos reales y pendiente de hacer guion cinematográfico.