'Margarita viste de tequila azul', un libro que nos acerca a un erotismo despiadadoJoce G. Daniels GarcíaDesde el primero hasta el último poema del libro Margarita viste de Tequila Azul de la autoría de la joven escritora barranquillera, se siente el calor, la fragancia, el deseo y la ansiedad juvenil de quien quiere nadar y sumergirse en las turbias aguas del erotismo que mana y ruge en sus pensamientos. Un erotismo que en muchos de los poemas surge despiadado.La obra dividida en cuatro épocas, marcadas por la ansiedad que ha vivido la autora, partiendo de "Salvaje y Voraz" (2011), "Promiscua de Son" (2013), "Ojos Aguaceros" (2015) y "Desazón" (2015-2018), muestran el trabajo de la escritora de ir ascendiendo poco a poco en la concepción de la versificación y en especial del erotismo en que sumerge cada verso. Por la concepción de algunos de sus poemas que giran en torno a la desnudez, al efusivo beso vaginal, al absorto orgasmo, y a otras formas de erotismo. Pienso que los poemas transcurren en el pensamiento, en la mente de la poeta, que expresa "Me aterro de mi misma// a los 21, amargada y triste, vieja y sola"."Margarita viste de Tequila Azul", es el nombre epónimo del poema, en que: Margarita viste de tequila azul, con un leve mordiscose le puede saborear el amor, y sabe a veneno, a dolor;es exquisita, dañinarepetitiva, mórbida.Un rápido análisis de sus versos, la mayoría libres, nos muestran diversas concepciones de la versificación española. Es posible que la autora los haya concebido inconscientemente. Por ejemplo, La Silva, que es una serie ilimitada de estrofas, donde se combinan versos de siete y once sílabas, a veces con rima consonantes o versos libres. En "Margarita viste de tequila azul", la autora recrea mediante el recurso de la descripción, todo lo que puede hacer Margarita, que es exquisita, mórbida y su amor sabe a veneno, es en cierto sentido, osada, apasionada, insaciable, masoquista: Como fuerza centrípetaagarró mis labios con los suyos, con ternura quedé sumida anteel placer de un gesto puro, tan lleno de afecto y sinceridad, reverencia en señal de respeto y unidad;comparable tan solocon la faz de un ósculo santo.Agarró mis labios con los suyos, me deshice, siendo humedad se deslizó en suculenta seducción, me desprendí en perfume tenue al sorbo de mi cuerpoascendiéndome a cielos que queman y a bocas que cantan orgasmosAgarró mis labios con los suyosno dejándome caer, en una caricia firme a la vez que delicadadevoró en un cortejo el tejido blando de mi corazón, sin poder ver un rostro frente a mi rostroliberé un respiro a profundidad de una ilusión.Hondo gestocomparable tan sólocon la faz de un ósculo santo.