Antonio Cortes, primogénito de una familia de pescadores en un pequeño pueblo costero de Pescara, arraigado en la familia y en los valores, después de la pérdida de su padre en el mar con su tripulación, decide seguir sus pasos, continuando con el arduo trabajo. No lo hará por pasión, como luego revelará a los suyos, sino para permanecer simbólicamente cerca de su padre, desaparecido prematuramente. De su tío materno Vincenzo, un hombre sabio, profundo y devoto, marcado por las penurias de la vida y por la dureza del oficio, aprende todos los secretos de la pesca y la idea de libertad inherente al mar, su único amigo después de la muerte de su esposa. La unidad familiar, afectada por los avatares de la vida, se une bajo el mismo techo, y así mientras Vincenzo y Antonio se ocupan de la actividad pesquera, la madre María y la hermana de él, Andrea, una chef recién graduada de la escuela hotelera, gestionan un pequeño restaurante en un trabocco. El muchacho, que creció demasiado rápido, se encuentra haciéndose cargo de la familia, se vuelve muy duro y exigente consigo mismo y con la vida, que parece arrebatarle las cosas más hermosas. Las enseñanzas y los sacrificios enfrentados por sus padres lo llevan a adoptar una actitud tan fuerte por fuera como frágil por dentro. De carácter similar a su padre, a menudo entra en conflicto con su hermana, rebelde y anticonformista como su madre y con el sueño de trabajar en el extranjero como chef. Logrará compartir este deseo con Stephanie, una amiga italo-francesa. La vida del pescador para Antonio estará llena de renuncias, sacrificios y casi sin gratificaciones. Las únicas gratificaciones vendrán del mar, en el que, sin embargo, ahogará una y otra vez sus dramas y sus infinitas y tristes soledades compartidas con su tío. Por orgullo, decidirá poner fin a una larga historia de amor iniciada con Federica, una mujer acomodada, hija de una familia de un pueblo rival, debido a los continuos desacuerdos con sus padres; la decepción y el fracaso de esta importante historia aumentarán su desaliento, desviándolo de su concepto de amor y familia, lo llevarán entre varias pasiones, viajando entre Francia y España, su país natal. Pero en el momento de total resignación, una mujer especial entrará en su vida haciéndolo feliz. En el mejor momento, Antonio tendrá que enfrentarse a situaciones dramáticas, de peligro y de precariedad económica que lo harán tambalearse; siempre luchará por la libertad, por la defensa de su familia y de su mar, dando ejemplo de cómo permanecer unidos y conservar solo los valores de antaño, el amor será el máximo común denominador y la mayor fuerza de la familia.