Verónica era una mujer derecha.
Atractiva, inteligente, elegante.
Una abogada de éxito y renombre.
Y ahora, la novia de un gran empresario.
Pero Joaquín no lo tenía todo...
... su hijo, Marcos, en cambio...
... tenía la actitud que ella deseaba.
Secretamente deseaba, por supuesto.
Marcos no era un empresario.
Ni abogado. Ni rico, aunque su padre sí.
Y tenía 22 años en lugar de 48...
Pero era descarado, joven, dominante...
Muy dominante.
Y no tardó en controlar a su madrastra...
... en todos los sentidos.
Por supuesto, aquello era problemático.
Estaba prohibido. Fuera de los límites.
No era ilegal... pero sí un taboo. Inmoral.
Sin embargo, Verónica merecía ser feliz.
Realmente feliz, con un amo a la altura.
Advertencia: Una novela de romance oscuro, dirigida a un público adulto y maduro.