Leo era el sueño de cualquier mujer.
Un culturista profesional.
Fuerte, joven, guapo, entregado.
Amable, considerado y... dotado.
Pero él sólo tenía interés en el gimnasio.
O eso pensaban ellas.
Aquella noche era su noche.
La primera noche en la mazmorra.
Julius era el dueño del local.
El jefe de la cadena alimenticia.
El macho alfa de la comunidad.
Le sobraban pretendientas.
Y las rechazaba a otras.
A él sólo le interesaba su negocio.
Su mazmorra, y lo que esta ofrecía.
Pero en realidad, esperaba.
Esperaba a alguien como Leo.
Y acababa de encontrarlo.
Pero la mazmorra tendría prejuicios...
¿O no?