SE BUSCA: Niñera que aguante a un multimillonario irlandés muy cascarrabias
Si tirase a Declan Byrne de un avión a 10 000 metros de altura, ¿caería a plomo?
Esa es la pregunta que me hice cuando me dijo que sería fantástico que me callara la boca.
No puedo evitarlo, los aviones me ponen muy nerviosa.
Pero esa debería haber sido mi señal para pulsar el botón de EYECCIÓN.
Porque esta relación de odio mutuo está condenada al fracaso.
Él no puede ser más gruñón.
Es evidente que no le caigo bien.
Es demasiado guapo como para poder concentrarme cuando está cerca.
Y ha dejado clarísimo que me pondrá de patitas en la calle en cuanto encuentre a otra niñera.
Pero esta chica de Minnesota es más dura de lo que parece. Estoy segura de que puedo soportar un verano entero con ese cascarrabias irlandés tan sexi.
O, al menos, eso pensaba yo, hasta que me resultó mucho más difícil resistirme a él.
Por desgracia, cuanto más tiempo paso con Declan, más evidente resulta la verdad: hay un auténtico corazón de oro oculto bajo esa actitud gruñona tan desagradable.
Lo veo en la forma en que trata a Catie, su encantadora sobrina, como a una princesa de cuento.
Y ese acento.
Ese acento irlandés suyo, tan encantador, me derrite.
La regla básica que debe seguir cualquier niñera es no liarse con la familia.
Hay que mantener la distancia profesional.
Besar a Declan sería pasarse de la raya.
Y si me acostara con él... Merecería que me encerrasen en la cárcel para niñeras y tirasen la llave.
Algunas reglas están para cumplirlas.
Otras están hechas para saltárselas.
Esta novela sobre un jefe insoportable ofrece un romance de enemigos a amantes repleto de diálogos divertidos, tensión a fuego lento, personajes secundarios encantadores y un final feliz muy merecido. Se puede leer de forma independiente, pero incluye referencias a otros personajes y algunas sorpresas como parte de la serie Glenhaven.